“Se debe dar una real importancia a la educación y formación de habilidades a los jóvenes”

  • En términos de su manejo y de buen uso de los recursos disponibles.
  • Una inversión de aproximadamente US$10 millones anuales para el 8 por ciento de nuestra fuerza laboral.

“Con una cobertura vegetal de 95 por ciento respecto al total del territorio de Loreto (37 millones de hectáreas, mucho más grande del espacio físico de Alemania), agregando el millón 134 mil hectáreas de agua dulce; la especialización del territorio es la explotación de sus recursos naturales”.
Es parte de un interesante artículo publicado en Prospectiva Amazónica, vinculado al desarrollo de esta parte de la Amazonía Peruana, escrito por el economista Roger Grández Ríos.
“Y allí Loreto escribió una historia con manchas de sangre y de sacrificios humanos, como la explotación del caucho y la madera.
En 1971, luego del descubrimiento de petróleo en Loreto, se anunciaba que debajo de la espesura de los bosques y en lugares inhóspitos estaban depositadas ingentes cantidades de petróleo crudo que garantizaba la autonomía energética del Perú a partir de su explotación y posterior construcción del oleoducto nor peruano.
Y así estaba escrito en el Plan Inca y luego en el Plan Túpac Amaru elaborado por el gobierno militar de 12 años de gobierno, en el marco de la implementación del modelo promovido por CEPAL de industrialización de sustitución de importaciones (ISI), donde Loreto y la Amazonía se especializarían en la dotación, concentración y explotación de materia prima.
De ahí el poco interés del gobierno de dotar de infraestructura básica para el beneficio de sus poblaciones y para la instalación de (agro) industrias con aprovechamiento de los recursos naturales locales, a pesar de los beneficios tributarios conferidos en la ley 15600 (con vigencia de 15 años y culminados en 1980), lo cual fue progresivamente recortado desde 1971.
Hoy, más que dotar de infraestructura básica (mínima y resiliente) se debe dar una real importancia a la educación y formación de habilidades a los jóvenes para un mejor acceso, en términos de su manejo y de buen uso de los recursos disponibles, y así magnificar el potencial real de los recursos naturales y llevarlo a la categoría de productos comerciales de alto valor.
En Loreto tenemos 142 mil jóvenes de 18 a 29 años de edad (censo 2017, INEI) cuya fuerza laboral tiene contados 8 años de educación básica regular, y la mitad de ese tiempo fue para una instrucción básica no apropiada para un trabajo a futuro mirando el bosque y sus recursos.
Si invertimos en educación técnica y tecnológica para formar habilidades en jóvenes, de acuerdo al potencial territorial de cada espacio geográfico y de la capacidad de carga e identidad física, estaríamos dando un gran paso hacia un territorio diferenciado.
Una inversión de aproximadamente US$10 millones anuales para el 8 por ciento de nuestra fuerza laboral, tendríamos en tres años 1,137 jóvenes con capacidad para transformar, con habilidades, el enorme potencial de recursos naturales disponibles, hoy subutilizados y saqueados por la voracidad de la informalidad”. (Diana López M.)