Santa Rosa de Lima: 424 años.

Isabel Flores de Oliva, O.P. Es una santa peruana, de allí el nombre de Santa Rosa de Lima. Es la primera Santa de América, excelsa Patrona de Lima y el Perú (desde 1669) y del Nuevo Mundo (América) y Filipinas (desde1670) e Indias Occidentales,  es además Patrona de Institutos Armados: Policía Nacional de la República del Perú y de las Fuerzas Armadas de Argentina.

Hija de Gaspar Flores, arcabucero natural de San Juan de Puerto Rico y de María de Oliva. Nace el 20 de abril de 1586, fecha más probable y casi segura. A los doce años se mudó con su familia hacia Quives, un pueblo a 60 kilómetros de Lima ubicado en el Valle Chillón. Regresó a Lima con su familia ya siendo una joven.

Al cabo de unos años ingresó a la orden de santo Domingo de Guzmán, a partir de entonces, se recluyó prácticamente en la Ermita que ella misma construyó con ayuda de su hermano Fernando, en un extremo del huerto de su casa.

En 1615 buques corsarios holandeses deciden atacar la Ciudad de Lima, aproximándose al Puerto del Callao en días previos a la fiesta de La Magdalena. La noticia corre pronto hasta Lima,  lo que altera los ánimos de los ciudadanos. Ante esto, Rosa reúne a las mujeres de Lima en la Iglesia de Ntra. Sra. del Rosario para orar ante el Santísimo por la salvación de Lima. Misteriosamente el capitán de la flota neerlandesa falleció en su barco días después, y ello supuso la retirada de sus naves, sin atacar el Callao. En Lima todos atribuyeron el milagro a Rosa y por ello en sus imágenes se le representa portando a la Ciudad sostenida por el ancla.

Murió a los treinta y un años de edad en las primeras horas del 24 de agosto de 1617, fiesta de San Bartolomé, como ella misma lo profetizó y cuenta el padre Leonardo Hansen. El día de sus exequias y entierro, los devotos se abalanzaban sobre su cuerpo para arrancarle la vestimenta en busca de una reliquia, aclamándola como santa. Hoy sus restos se veneran en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Lima (Santo Domingo) con notable devoción del pueblo peruano (y de América) que visita la Capilla dedicada a su culto en el Crucero del Templo dominicano.

Su entierro fue uno de los más notables que vivió la ciudad de Lima. Formaron grandes multitudes para contemplar a Rosa. El gentío hubo de esperar a su traslado hacia la Iglesia del Rosario. Al traslado acudieron el virrey, el Cabildo Secular y Eclesiástico, las órdenes religiosas presididas por la orden de Santo Domingo de Guzmán, los oidores y personas notables.

Hubo de requerirse la fuerza de la guardia del virrey para impedir que Rosa fuera desvestida por los devotos que deseaban llevar alguna reliquia. A pesar de ello, tuvieron que cambiarle tres veces los hábitos e incluso en el traslado algún irreverente seccionó uno de sus dedos del pie.

La devoción del pueblo se excedió a tal punto, que en pocos años tuvieron que retirarla de la Cripta y colocarla en la Iglesia del Rosario.

Su casa (El Santuario) ubicada en el centro de Lima conserva los lineamientos que tuvieron en el siglo XVI época en que vivió Rosa. Anualmente es visitado por miles de devotos, peregrinos y turistas quienes recorren los ambientes que estuvieron directamente ligados a su vida y caridad para el prójimo. La figura de Rosa de Santa María en el corazón del pueblo peruano representa un símbolo de integración nacional, en Ella convergen todas las clases sociales.

El día 30 de agosto de cada año se celebra su solemnidad como día feriado en toda la República del Perú y países latinoamericanos, este día, su imagen (descubierta el día de la canonización en 1671 en la Catedral) recorre las calles de Lima acompañada de fieles que honran a su compatriota. En España se celebra el 23 de agosto.