Por: Aristóteles Álvarez López
San Joaquín de Omaguas es un Centro Poblado de la Provincia de Loreto- Nauta, ubicado cerca a la confluencia de los ríos Marañón y Ucayali, donde comienza el Gran río Amazonas. Su configuración geológica y ubicación hacen de ella una Fortaleza militar natural. Es el punto más alto de esta extensa zona y sus empinadas laderas que baña el río la hacen de difícil acceso. El dominio visual que se tiene desde ella, hace que se pueda avistar a gran distancia la presencia de embarcaciones fluviales. Es el «Mirador» natural de la confluencia de los dos grandes ríos. Creo que fue esa la razón principal para ser escogida por el padre Samuel Fritz como la cabecera de las Misiones evangélicas a su cargo durante los siglos XVII y XVIII; Misiones cuya extensión territorial llegaban hasta la desembocadura del río Negro, próxima a la ciudad de Manaos, actual territorio del Brasil. Como se sabe, las posesiones territoriales de la Corona Española -a través de las «Reducciones» de los padres jesuitas- alcanzaban hasta más allá del río Negro.
SAMUEL FRITZ EN SAN JOAQUÍN
Durante 25 años aproximadamente (1687 a 1712), la administración de estos extensos territorios le fue encomendada por su Orden religiosa al célebre jesuita. La intensa actividad desplegada por él durante esos años está recogida en su Diario , que fuera publicada en nuestro país en 1988 por el padre Joaquín García Sánchez (OSA), como parte del Proyecto Monumenta Amazónica. En las páginas del Diario se encuentran recogidos tanto el escenario geográfico y social que le tocó vivir, las vicisitudes y graves riesgos que tuvo que enfrentar para cumplir con la obra evangelizadora que se había impuesto, así como los enfrentamientos sostenidos durante varios años con las tropas y bandeirantes portugueses en defensa de las poblaciones nativas y las «Reducciones» a su cargo, a lo largo del extenso territorio que llegaba hasta el río Negro. Debido al papel que cumplió fue encarcelado por las tropas portuguesas durante dos años (1689- 1691) en la ciudad de Pará (hoy Belén do Pará). Fue liberado luego de intensas gestiones diplomáticas.
Samuel Fritz enfrentó el período de mayor virulencia de los ataques armados del expansionismo portugués. Y lo hizo en absoluta desigualdad de condiciones militares, pues el Virreynato del Perú no mostró mayor interés en la protección de estas posesiones territoriales. El propio Fritz nos dejó el elocuente testimonio de la actitud de la Corona española de indiferencia, y hasta de condescendencia con tales agresiones, al referirnos que durante su entrevista en Lima (2 de julio de 1692) con el Virrey del Perú Melchor de Portocarrero, Conde de la Monclova, éste le manifestó que los portugueses también «eran cristianos católicos y gente belicosa, y porque aquellos bosques, en lo temporal, no fructificaban al rey de España como otras muchas provincias que con más razón y título se debían con todo empeño defender de hostiles invasiones. En fin, concluía diciendo, que en estas dilatadas Indias, había tierras bastantes para entrambas coronas; con todo eso, informaría cuanto antes á S.M. sobre el caso y que de allá quizá vendría algún remedio». Naturalmente que el anunciado remedio no llegó, y Fritz tuvo que enfrentar las agresiones en condiciones de absoluta desventaja militar. La defensa territorial la dirigió Fritz por varios años con ingenio y gran coraje desde San Joaquín de Omaguas, potenciando al máximo el uso de los pocos pertrechos militares disponibles, contando para ello con la decidida intervención de la población nativa, que evitó que los bandeirantes se instalaran en la naciente del Amazonas. Falta investigarse más de esta Epopeya.
FRANCISCO REQUENA EN SAN JOAQUÍN
En 1726 murió Samuel Fritz en Jeberos. En 1758 fueron expulsados los jesuitas del Amazonas y de todos los dominios de la Corona española. Sin duda representó una gran pérdida en muchos sentidos. Las «Reducciones» quedaron abandonadas y los bienes que se encontraban en ellas fueron saqueadas, incluyendo las imágenes religiosas, alhajas y otros enseres con que los padres jesuitas realizaban su misión. No habiendo ya resistencia, los bandeirantes ocuparon sin ningún control nuevos territorios.
La amenaza que este hecho representaba para los intereses de la Corona española, por su peligrosa aproximación a los ricos yacimientos minerales que se explotaban en la Sierra de los Virreynatos del Perú y Nueva Granada, llevaron a la creación administrativa de la Gobernación de Maynas (1779), nombrándose como su primer Gobernador y Comandante General a don Francisco Requena y Herrera, ingeniero militar y geógrafo de profesión, quien recibió el encargo de realizar la demarcación de límites de los territorios amazónicos entre España y Portugal. Durante 17 años Requena recorrió estas tierras, encargando a los Misioneros franciscanos del Convento de Ocopa retomar la obra evangelizadora que también había sido abandonada.
La influencia de los padres franciscanos en Requena fue decisiva para la anexión de los territorios amazónicos al Virreynato del Perú en 1802, pues hasta entonces pertenecían al Virreynato de Nueva Granada. Atendiendo las recomendaciones de Requena, el rey de España Carlos IV dispuso que la Comandancia de Maynas se integre al Perú. Así nuestra República heredó estos extensos territorios. Lo que pasó en la República es otra historia.
Es seguro que Francisco Requena estuvo también en San Joaquín de Omaguas, por su condición de fortaleza militar natural, según se tiene dicho. Sólo así se explica el grabado que pintó este geógrafo militar. El dibujo en acuarela realizado hace más de 200 años nos muestra el paisaje -en temporada de verano- que subsiste hasta la actualidad. Son asombrosos los detalles de la geografía del lugar contenidos en la pintura que se ha conservado hasta hoy. Cualquier visitante al lugar puede verificarlo contrastando la pintura con la realidad en esta temporada del verano amazónico. Pareciera que la naturaleza y la obra humana se hubieran detenido cuando fue realizada la pintura. Para perennizar este lugar, Francisco Requena tiene que haber permanecido largos períodos en ella. No puede explicarse de otro modo. El original de la pintura, según comentario del padre Joaquín García, se encuentra en el Museo de Arte de Nueva York. Fue Requena quien refirió que «sin las sandalias de los padres jesuitas y franciscanos, España habría llegado tarde a la Amazonía»; y que dicha región no habría sido de España -ni del Perú, decimos hoy. Otra bandera flamearía en la naciente del Amazonas.
JOAQUÍN GARCÍA Y SAN JOAQUÍN DE OMAGUAS
La visita del padre Joaquín García Sánchez -en adelante Joaquín- realizada a San Joaquín de Omaguas el día sábado 18 de agosto de 2012, fue un hecho memorable sin duda alguna. Primero porque le permitió a Joaquín constatar en vivo las arraigadas costumbres, tradiciones culturales y religiosas que practican sus moradores, heredadas de sus antepasados durante generaciones, como es su veneración a la imagen de San Joaquín -el Patrono del pueblo- y la danza que practican en su honor, que según nos refirió un anciano poblador descendiente de Omaguas (que todavía habla en dicha lengua) «sus abuelos ya veneraban y danzaban el ritual», sin poder explicarse cómo es que llegó la imagen hasta allí. La música de tambores y pífanos con que reciben a los visitantes y alegran sus fiestas religiosas me recordaron las lecturas de los relatos que dejaron los misioneros jesuitas en el Amazonas que ya nos refieren estos usos y costumbres. Igual cosa ocurrió con la campana y demás objetos que se veneran en el lugar, y a los cuales me he referido en anterior artículo. La fe religiosa que sembraron los misioneros se mantiene viva.
Segundo, Joaquín pudo constatar in sito el estado en que se conservan estos tesoros culturales y dejar recomendaciones para su preservación y restauración a los pobladores y autoridades de la Provincia y del Centro Poblado (Alcaldes, Gobernador, entre otros). El Alcalde Provincial don Darwin Grández Ruíz, que concurrió acompañado de sus funcionarios de obras, ofreció construir en corto plazo una Capilla que dé seguridad a estas preseas, y luego una futura Plaza de Armas del pueblo a la que denominaría Plaza Samuel Fritz.
Tercero, cuando Joaquín llegó a la humilde Capilla del lugar, a pesar de su convaleciente estado de salud, permaneció de pie frente a las reliquias durante largos minutos, en absoluto silencio, con la cabeza gacha y las manos uncidas al pecho, esforzándose por contener sus emociones. Todos los presentes le observábamos atentamente, y valorábamos el enorme esfuerzo físico que había hecho. Me pareció verlo como encontrándose frente a uno de los frutos de sus investigaciones, desvelos y preocupaciones, desarrolladas durante las últimas décadas en la Amazonía. Luego revisó minuciosamente el estado de las reliquias y con gran vigor hizo tañer la campana, cuyo sonido nos transmitía sus emociones.
Cuando habló hizo un breve relato de su vida y su obra en la Orden religiosa a que pertenece; habló de Monumenta Amazónica y los 40 tomos de libros que lleva publicados dicho Proyecto. Finalmente nos hizo saber que hace muchos años se había nacionalizado peruano, y dijo: «Cuando muera deseo ser enterrado en Loreto, para convertirme en un árbol más de la Amazonía». Fueron momentos de gran emotividad. Fue interrumpido varias veces durante su intervención por el aplauso de los presentes.
Después de otras intervenciones, el párroco de Nauta Rafael Gonzáles Saldaña (OSA), recordó que Joaquín fue su bienhechor para ver realizada su vocación sacerdotal; luego hizo algunas oraciones e invitó a Joaquín a impartir bendiciones a los presentes. Después, la improvisada banda de músicos volvió a tocar sus tambores y pífanos y nos pusimos a danzar frente al Santo Patrón del pueblo. Al padre Joaquín se le notaba agotado pero enteramente feliz. Para quien escribe, una experiencia inolvidable.
SAN JOAQUIN DE OMAGUAS HOY
Como puede verse, San Joaquín de Omaguas, es un Centro Poblado cargado de Historia. Por ella transitaron eminentes personalidades como Samuel Fritz y Francisco Requena, quienes contribuyeron a preservar estos territorios, que nuestra República heredó. Según los pobladores a este lugar también llegó el entonces candidato Ollanta Humala Tasso, actual Presidente de la República. Hoy día este pueblo de 800 habitantes -según nos hizo saber su Alcalde, a pesar de ser depositaria de un tesoro cultural de la Amazonía, languidece en la pobreza. Además de los servicios básicos, requiere de conexión vial terrestre. Son muchas horas de navegación en lancha por río hacia Iquitos o Nauta. Por tierra, son sólo nueve (9) kilómetros que lo separan de la carretera Iquitos- Nauta (altura del Km. 58). Existe una trocha que puede ser convertida fácilmente en vía carrozable, para luego ser asfaltada. Requieren de esta vía para llevar lo que producen al mercado de Iquitos, y facilitar el turismo a este histórico lugar. Ojalá que las autoridades correspondientes presten atención a estas necesidades y contribuyan con la mejora en la calidad de este pueblo de tanta significación.
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