- Capitán de puerto de Iquitos, Francisco Vílchez Castillo.
- “Tenemos que aprender a convivir con esta interacción entre naves mayores y menores por la seguridad de las personas”.
La preocupación por el tema de la navegación fluvial es tan real como que en nuestros ríos transitan todo tipo de embarcaciones, lo que se viene acentuando en la última década, primero con deslizadores de tránsito permanente y en alta velocidad, a lo que se sumó el necesario ferry. Respecto a este tema hemos tenido declaraciones esclarecedoras con el capitán de puerto de Iquitos, capitán de Fragata, Francisco Vílchez Castillo.
“Nosotros acá en el ámbito fluvial tenemos que darnos cuenta que así como decimos que los ríos son las carreteras de acá de la Amazonía, al constituirse en el único medio de transporte que tenemos entre las principales ciudades y las diferentes comunidades, ese río tiene una serie de actores.
Es decir, así como en las autopistas transitan camiones, buses, autos, taxis, carros chicos, motos; igual en los ríos tenemos embarcaciones grandes, pequeñas, y en general es un medio que lo compartimos todos
En ese orden de ideas lo que tendría que hacerse y lo que estamos abocados nosotros como Capitanía es hacer y es nuestra función principal, salvaguardar la seguridad de la navegación, en ese punto nosotros hemos tenido la experiencia de seguir operando; ya hay un ferry que está cubriendo la ruta Iquitos-Santa Rosa, y recientemente también ha entrado otras embarcaciones de alta velocidad que están cubriendo también esa ruta
Y se vio efectivamente en algún punto que existía la problemática de hacer un buque que desplaza un tonelaje grande y transita a alta velocidades al igual que otras unidades que hacen aquí en la Amazonía, levantan cierto oleaje que lleva a las riberas y pueda afectar a las embarcaciones menores que se encuentren ahí acoderadas.
En función a eso nosotros en el mes de mayo pasado sacamos estas disposiciones para velocidad de naves y deslizadores que están vigentes desde mayo (2017), en el cual se establecen 4 puntos específicos.
La primera que la velocidad a observarse tiene que estar dentro de los parámetros que están puestas de acuerdo a la característica de cada embarcación. Y lo principal es que ante la proximidad de cada poblado las embarcaciones que generen un mayor oleaje deben reducir su velocidad
Y dado el caso se está recordando que existe la obligatoriedad por parte de embarcaciones que en caso haya algún siniestro, deben prestar el auxilio correspondiente.
Entonces, lo que hemos hecho nosotros es regular el tema de las velocidades, respecto a que bajen las velocidades cuando se aproximen a las comunidades y también estamos haciendo una campaña de concientización por las comunidades para que puedan tener un mejor sistema de amarre, porque normalmente lo que está pasando con las embarcaciones menores es que llegan los peque peques, ponen una estaca en la orilla (como se ha hecho tradicionalmente) y amarran, y resulta muy frágil, lo que estamos tratando de ver con ellos es mejorar el sistema de amarre.
En el caso específico del ferry que hace la ruta a Santa Rosa ya saben los pobladores en qué horarios está pasando. Entonces muchas de esas comunidades para hacer una convivencia en pro de la seguridad, más o menos alertadas de la hora en que pasan las embarcaciones rápidas, salen y zarpan. Es un paliativo.
Es algo que tenemos que comenzar a aprender a convivir con esta interacción porque principalmente el objetivo es la seguridad de las personas y eso no es discutible. Es por eso que a pesar que el ferry y las embarcaciones de alta velocidad que van a la frontera tienen un horario que cumplir, nosotros mediante esta disposición se obliga a bajar las velocidades cuando se aproximan a los poblados.
Ha habido casos que efectivamente han sido denunciados en la Capitanía, nosotros tenemos abiertos algunos procesos de investigación al respecto para poder determinar la responsabilidad. En otros casos ha habido una conciliación entre algunos propietarios de las embarcaciones menores y mayores que también está contemplado”.
También observó que los propios usuarios de las embarcaciones no colaboran con la seguridad como el usar los chalecos salvavidas. “Y eso es un tema de conciencia. Así como nosotros aprendimos en su momento que tenemos que usar el casco para la moto y que todavía nos cuesta hacer que la gente entienda. Tenemos experiencias lamentables de gente que ha fallecido simplemente por no usar el chaleco salvavidas que va a permitir mantener a flote en espera de que en el menor tiempo posible llegue la ayuda”.
(Diana López M.)
4.5