Rosa recuperada

  • Con alta tecnología 3D reconstruyen el verdadero rostro de la santa peruana:

Por: Adolfo Ramírez del Aguila
arda1982@yahoo.esSanta Rosa

Fue a partir de la obtención de la primera fotografía en 1826, gracias a la pericia del primer fotógrafo de la historia, Joseph-Nicéphore y el posterior invento de las cámaras de video, es que recién hemos podido registrar los rostros autentificados de los personajes de la historia y hasta escenas animadas de los momentos precisos en que acontecieron los hechos. Gracias a estos inventos, es que conocemos por ejemplo, el rostro real de Adolfo Hitler y los videos apocalípticos de la II Guerra Mundial. En nuestro álbum familiar en físico y en digital, tenemos en grandes retratos en blanco y negro y a colores, la foto de nuestros abuelos y los videos de nuestros hijos.
No siempre ha sido así. La vista de la independencia peruana en el mismo momento de la proclama en el histórico 28 de julio de 1821, no logró registrarse en fotos, pues aún estos inventos europeos no habían llegado al Nuevo Mundo, solo nos hemos contentado con pinturas que rememoran la historia de esos albores de la Republica.  Un poco más atrás en 1970, el sacrificio de Túpac Amaru II, jalado por cuatro caballos en cada extremidad, solo lo podemos apreciar en una pintura al óleo.
Si nos remontamos más atrás, el verdadero rostro de Jesús o de María de Nazaret, se perdieron en la retina de los testigos oculares que tuvieron la dicha de ver con sus propios ojos a ese tal Jesús que caminó, comió y predicó allá en los inicios del siglo I. Recién en la Edad Media, la iconografía religiosa se preocupó por recrear en vitrales, pinturas o imágenes, el rostro tentativo de Jesús.
La lámina o estampita que compramos en este mes de agosto, con el rostro de Santa Rosa de Lima, es una pintura de un artista que trató de aproximarse al rostro que posiblemente tuvo la bella santa. Los pintores son como los cineastas, que cuando quieren recrear el rostro de alguien ya antiguo, hacen un estudio antropológico y hasta cultural para poder aproximarse al pesonaje. Cuando se rodó la película “La Pasión de Cristo” de Mel Gibson, por ejemplo, el productor tuvo que viajar a la actual Palestina para hacer un casting entre los paisanos actuales de Jesús y fotografiar sus rostros, y así obtener un maquillaje adecuado para el actor Michel Cambiases que hizo de Jesús,  para parecerse lo más posible al Mesías.
Volviendo a Santa Rosa de Lima. Un equipo de investigadores universitarios peruanos y brasileños, se plantearon el reto de obtener el rostro más autentificado de la santa, utilizando lo último en tecnología de reconstrucción facial, teniendo como base al propio cráneo de la santa, celosamente guardados durante siglos por religiosos dominicos. También se incluye en esta investigación a los cráneos de San Martín de Porres y San Juan Masías. En una parroquia, ya se presentó la semana pasada, un adelanto de este semblante recreado por la tecnología, y vaya que sigue siendo un bello rostro como atestigua la tradición.
Me imagino que algunos pensaremos, que habiendo tantos problemas que resolver por la ciencia, como la cura de muchas enfermedades, o la terrible amenaza de la delincuencia, se esté dedicando energía y recursos a estas curiosidades de poca trascendencia. Lo cierto es, que la ciencia y la fe, están haciendo esta investigación sin precedentes, llamando la atención de la opinión pública nacional e internacional y poniéndonos a todos  a la expectativa de sus resultados.
Cuando hice un comentario a mis alumnos, acerca de estos estudios de antropología y odontología legal, un estudiante de quinto de secundaria,  me planteó algo estremecedor: Si esta investigación sobre el rostro de Rosa de Lima tiene éxito ¿Será posible reconstruir el verdadero rostro autentificado de Jesús en base a sus restos craneanos que quedaron en su tumba? Le dije que sí, podría ser, solo que habría un pequeño problemita: “Según las Escrituras, Jesús después de resucitar y testimoniar su triunfo sobre la muerte, ascendió a los cielos en cuerpo y alma. Entonces, sus restos, según los relatos de fe en la Biblia, no estarían en esta tierra.” Y como mis alumnos tienen formación científica, así manda el currículo, me contestaron: “Eso de que se fue al cielo con todo su cuerpo, es un relato de fe y la ciencia no necesariamente se deja llevar por lo que diga la Biblia, los arqueólogos forenses seguirán buscando el cráneo de Jesús”.
Recuerdo que cuando hice unos estudios de maestría en una universidad católica en Lima, a un doctor en Biblia, un compañero le hizo la siguiente pregunta: “Con todos los avances de la arqueología y de la ciencia forense, supongamos que algún día se encontrara la tumba de Jesús, pero no vacía como testimonian las Escrituras, sino con sus restos mortales ¿Qué pasaría con los postulados de nuestra fe cristiana sustentada en la resurrección corporal de Jesús, el Cristo? Nos dijo ante nuestra sorpresa: “Cuando encuentre esos restos, te contesto.”
Bueno, cosas de la fe y de la ciencia, siempre despertando nuestro espíritu investigador. Lo importante es, que desde el punto de vista educativo, poner sobre el tapete los retos que plantean los investigadores, es exigir a nuestra fe una dosis de ciencia, para no lindar con la  irracionalidad. Cuando se descubra totalmente el verdadero rostro de Santa Rosa de Lima, ojalá aumente en los creyentes y devotos, más ganas de seguir su ejemplo de santidad, para que los resultados de la ciencia, no sean una simple satisfacción de mera curiosidad. ¡Felices Fiestas de Santa Rosita! Amén.