Miles de habitantes de los alrededores del centro de Iquitos o en el contexto geográfico de las zonas más bajas de la primera ciudad metropolitana de la región Loreto, están esperando por largo tiempo mejorar su calidad de vida.
Esta calidad de vida depende para mejorar de muchas cosas, pero una de las situaciones más insalubres es que se encuentran en una zona baja de terreno que cuando llueve como viene sucediendo en estos últimos días, sus calles y casas se convierten en un desagüe.
Esto es terrible por la insalubridad que ocasiona y la impotencia de solución por parte de los habitantes de las viviendas, que tienen que ver la forma de librarse de la inmundicia, levantan los pisos de sus casas y hacen altillos.
Y mientras escribimos y cae en la ciudad de Iquitos una fuerte lluvia, sentimos tristeza por la situación de muchas familias cuyos hijos menores, principalmente, son los que más sufren por estar ubicada su vivienda en el lugar equivocado.
Como la ingeniería lo puede casi todo, la idea es ganarle terreno al río, porque recordemos que esas zonas bajas en inundaciones fuertes simple y llanamente las aguas las cubren con todos los restos de heces de los baños que también quedan bajo el agua.
Por eso el anuncio del gobernador regional de Loreto, Elisbán Ochoa, de levantar la rasante de decenas de pueblos jóvenes ha caído como la mejor noticia del año, aunque las respectivas autoridades ediles distritales también lo han incluido en sus planes de trabajo.
De hecho, de realizarse las obras de levantamiento de rasante, será la solución para mejorar la calidad de vida de un sinnúmero de personas y seguro esperan que el proyecto se inicie lo más pronto.
Eso por un lado, pero desde los comentarios de algunos ingenieros civiles y arquitectos hace rato que ya se tendría que ver la forma de evitar que más viviendas se sigan estableciéndose en esos lugares prohibidos por ley, justamente por ser zonas inundables.
Rasantes solución
