Raíz muy profunda

Además de tener gran profundidad, se cruzarían los intereses de quienes gobernaron en un pasado, lo de ayer nomás y quienes actualmente tienen la responsabilidad de velar por el desarrollo y los intereses del Estado, al que decimos es de todos, pero que no todo se puede compartir, así tenga que ver con los intereses generales.
Más o menos eso es lo que se intuye viene ocurriendo con el proceso de investigación sobre los actos de corrupción de la empresa brasileña Odebrecht en nuestro país. Para empezar hasta ahora no se ha develado el acuerdo firmado por el fiscal Hamilton Castro y la transnacional de la corruptela.
Lo que sí se ha dicho de este acuerdo es que no afecta los intereses del Estado. Pero, si eso fuera cierto, entonces, por qué no se puede conocer su contenido. Mientras la empresa Odebrecht estaría salvando todo lo que puede. Es como si se le estaría otorgando todo el tiempo del mundo para salvarse, en tanto nosotros hemos perdido mucho.
Estará tan profundamente enraizada esta corruptela que no hay autoridades (congresistas y otros), ni políticos electoreros, ni colectivos sociales, que convoquen a exigir que las investigaciones de la fiscalía aceleren y que el mismo permita al país recuperar, si no todo, gran cantidad de lo sustraído a través de contratos mafiosos corrompiendo funcionarios y con sobreprecios escandalosos.
Sí hemos leído en algunos medios nacionales el pedido ciudadano para llamar la atención sobre las investigaciones fiscales que no están al ritmo célere que el caso amerita. Acaso estas actitudes corresponderían al acuerdo secreto entre Odebrecht y la Fiscalía. Todo hace pensar que así sería.
Hay en el ambiente la sensación de no querer llegar a la verdad de los hechos que conducirían a establecer las responsabilidades de quienes participaron en los actos de corrupción en torno a Odebrecht. Hay secretos a voces también de gente que aporta evidencias, pero, no, la fiscalía no despierta, o por lo menos no la percibimos de otra forma.
Una última evidencia es la relacionada a Luis Nava ex secretario personal del también ex presidente Alan García, y se afirma que ambos tuvieron encuentros oficiales con el ex directivo de Odebrecht, Luiz Mameri, y con el ex representante de la constructora en Perú, Jorge Barata. Ambos están brindando declaraciones a la justicia brasileña y podrían también ser requeridos por la justicia peruana y decir que vinculación tuvieron con el ex presidente aprista y su secretario personal. Esta fue una sugerencia publicada en la versión nacional del diario “La República”, la que nos parece acertada. ¿Despertará la fiscalía?, o el acuerdo con Odebrecht lo impide.