¿Qué destino tendrán los terrenos del CREMI, donados por Unión Amazónica?

La ciudad de Iquitos, allá por la década de los 80, estuvo marcada por la presencia del narcotráfico que había traído una bonanza económica. Los negocios crecían, se abrían tiendas de ventas de motos de alta cilindrada, los bares instalados en el malecón estaban llenos de parroquianos. Ese supuesto progreso de la ciudad y la gente, también traía una desgracia adjunta. La presencia de enfermos mentales deambulando por las calles, durmiendo en las veredas. Hombres y mujeres que habían perdido el juicio estaban ante los ojos de todos, diciéndonos con su precaria presencia que requieren una mano amiga que les proporcione un lugar donde pasar sus días.

Es así, que la caridad se hizo presente. Esa mano amiga, la necesaria ayuda, se hacía presente con la donación de un terreno de tres hectáreas para construir una granja siquiátrica, donde se daría por parte del Estado su alimentación y tratamiento médico, para devolverles a la sociedad.

Las damas de la Unión Femenina de la Logia Unión Amazónica 5-25, lo hicieron. Ellas, con el corazón abierto donaron ese espacio donde los enfermos tengan un lugar tranquilo que no les perturbe más su agitada mente.

Han pasado más de 29 años, desde que Unión Femenina entregó al Estado esos terrenos ubicados en la carretera a Santo Tomás para la Granja Siquiátrica. Hoy, precisamente, el denominado CREMI será clausurado de acuerdo a las nuevas disposiciones dadas por la Organización Panamericana y Mundial de la Salud. Las autoridades de salud, dicen que los orates, estarán en hogares protegidos, donde recibirán atención de alojamiento, alimentación y tratamiento.

Lo que preocupa a la Unión Femenina, es el destino que correrá el vasto terreno donado por ellas para el fin específico de albergar a los enfermos mentales de Iquitos para su tratamiento en una Granja Siquiátrica.

Las damas son de la idea de que si el donativo, después de 29 años, les parece a las autoridades de salud que no es el mejor para los fines a los que fue destinado, pues que lo retornen, porque no vaya a ser que sea destinado a fines ajenos a la caridad y la solidaridad, que con la mejor voluntad fueron donados al Estado.