Proyecto Marañón: hijo del Perro del Hortelano

Por: Julio Ruiz Murrieta

(Catedrático UCP y miembro del Grupo de Expertos del Mecanismo de Investigación Independiente del BID)

 

Nunca antes en la historia de la Amazonía peruana se vio una ola impresionante de proyectos de represamiento para hidroeléctricas como en los últimos años. Esto augura un ciclo de inversiones públicas y privadas destinadas a la explotación de sus recursos naturales, entre ellas el agua, generando una gran preocupación, debido a la falta de información sobre estos proyectos, poca transparencia y principalmente porque estas propuestas parecen responder más a intereses privados en su mayoría extranjeros que a intereses nacionales.

 

En los años 70 y 80, el Ministerio de Energía y Minas y Electroperú S.A., con el apoyo de empresas consultoras de la Unión Soviética y de la República Federal de Alemania, llevaron a cabo diversos estudios para evaluar el potencial hidroeléctrico de la cuenca del río Marañón, los mismos que dieron lugar a dos informes: «Evaluación de los Recursos Hidroeléctricos de la Cuenca del Rio Marañón», y «Centrales Hidroeléctricas con Potencial para Exportación a Brasil». De estos estudios salieron los datos técnicos para promover la inversión y el desarrollo de infraestructura energética, mediante la construcción de 20 centrales hidroeléctricas en el río Marañón, desde la cota 2,750 hasta los 150 msnm (ver grafico). Basado en estos alentadores informes, el Gobierno de Alan Garcia firmó el Acuerdo para el Suministro de Electricidad al Perú y Exportación de Excedentes al Brasil (Lima 17 mayo 2008), y finalmente el Memorando de Entendimiento para el Apoyo a los Estudios de Interconexión Eléctrica entre el Perú y Brasil (Rio Branco, Brasil, 28 abril 2009).

 

Para planificar la construcción de las  20 hidroeléctricas en el río Marañón, el gobierno de Alan Garcia, creó mediante RS Nº 342-2010-PCM, de fecha 31 de diciembre de 2010, una agencia nacional denominada Comisión Nacional para el Desarrollo Energético y Agrario del río Marañón (CONADEA), conformada por burócratas e ingenieros del gobierno central, cuya misión fue diseñar (sin consultar a los pueblos amazónicos) el Proyecto Agro-Energético Marañón, denominado también Proyecto Marañón, un tipo de «estrategia de desarrollo de la cuenca del Marañón necesaria para satisfacer los requerimientos del sector agroindustrial y del sector energía.

 

Finalmente siguiendo a esta iniciativa, el gobierno de Alan Garcia emitió el  DS Nº 020-2011-EM, de fecha 26 de abril del año 2011, mediante el cual, se «declara de interés nacional y social la construcción de veinte (20) centrales hidroeléctricas en la Cuenca del río Marañón para producir energía limpia e impulsar la seguridad energética del país». Este DS en sus considerandos, dice que el río Marañón es la «Arteria Energética del Perú» y una de las fuentes hídricas más importantes del país, siendo factible, según los  estudios realizados construir en su curso varias centrales hidroeléctricas con una generación aproximada de 12,430 Megavatios (Mw). Además permitirá mediante un sistema de transvase, irrigar millones de hectáreas en áreas agrícolas de la Sierra, ampliando adicionalmente las irrigaciones costeñas de Chinecas, Chavimochic, Jequetepeque, Zaña, Olmos y Alto Piura. El DS considera, además, que el Proyecto Marañón permitirá aprovechar una fuente de riqueza actualmente improductiva y que se pierde en su curso hacia el Océano Atlántico, sin merma importante de su caudal hídrico anual y promoviendo la inversión hasta de 15,000 millones de dólares aproximadamente, con lo cual se garantizaría energía eléctrica para los próximos 30 años en el Perú.

 

 

Algunos datos para entender la gravedad del Proyecto Marañón:

El área de influencia del Proyecto Marañón, incluye la cuenca media y alta del río Marañón con una superficie de 11.2 millones de hectáreas (casi la superficie de Inglaterra) y recorre las regiones de Huánuco, Áncash, La Libertad, Cajamarca, Amazonas y Loreto. Esta área se caracteriza por un relieve accidentado  y presenta una diversidad de ecosistemas ricos en diversidad biológica entre los que sobresalen los matorrales en zonas de protección  (1.5 millones de Has.) seguidos del bosque seco interandino (230 mil Has.) en la zona andina, mientras que en la región amazónica predomina el Bosque de Montaña (3.8 millones de Has.) seguido del Bosque de terraza bajas y medias (925 mil Has.). En esta área, el río Marañón recibe el aporte de 17 ríos importantes que tienen su origen en 192 glaciares de la Cordillera Blanca. Aquí viven comunidades indígenas y campesinas. Las tierras que ocupan las comunidades nativas y campesinas representan el 27% de la superficie del área de influencia. Las comunidades indígenas tienen una superficie titulada de 1.43 millones de has., y se encuentran en las regiones de Amazonas, Cajamarca y Loreto. Son siete (7) los pueblos indígenas que viven en esta área, predominando los pueblos Awajun y Wampis. Visto estos datos, el Proyecto Marañón, tendría un costo social y ambiental muy alto ya que su impacto en su área de influencia sería devastador para estos importantes ecosistemas estratégicos y por los desplazamientos forzados de las poblaciones humanas que viven en él. Aguas abajo, los impactos negativos serían de igual magnitud.

Conozca las aberrantes justificaciones del Proyecto Marañón

En el Informe Final: «Estrategia de Desarrollo de la Comisión Nacional para el Desarrollo Energético y Agrario del río Marañón» (Versión Nº 1 actualizada el 20 julio 2011), esta Comisión justifica el Proyecto Marañon por los siguientes considerandos:

 

1.         El potencial hidroeléctrico del río Marañón y sus afluentes oscila entre los 12,000-15,000 MW, es decir 3 veces el actual consumo del país en su conjunto, el cual a su vez se triplicaría en los próximos 15 años. Dichos volúmenes, constituirán la base de la seguridad energética del país y convertirán al Perú en una potencia exportadora de energía eléctrica a sus vecinos.

2.         Las obras de represamiento a lo largo del río Marañon y sus afluentes, permitirán otros grandes beneficios como: i) regulación y balance del caudal del río Amazonas, favoreciendo su equilibrio biológico en flora y fauna, ii) impulso de nuevas y múltiples áreas de cultivo en zonas andinas, favoreciendo la agricultura orgánica, tanto para el mercado interno como para la exportación, en respaldo de la conquista de nuevos mercados por parte de la culinaria peruana.

3.         Un sistema integrado de represas que permitirá regular el caudal del río Marañon en épocas de creciente y vaciante, para contrarrestar con ventaja los efectos del cambio climático y el deshielo creciente de los nevados de la Cordillera Blanca.

4.         A pesar de su importante caudal, las aguas del Marañon representan un mínimo porcentaje de la cuenca amazónica peruana, sin embargo tienen los volúmenes suficientes como para que derivando sus aguas a la cuenca del Pacífico se obtenga un potencial de irrigación de hasta 2 millones de hectáreas.

5.         Una irrigación de tal envergadura en los desiertos de la Costa significaría detener drásticamente la migración hacia la Selva de campesinos y agricultores migrantes andinos y costeños que son la principal causa de la deforestación de millones de Has. de bosques amazónicos.

6.         Finalmente, el conjunto de obras de represamiento constituirían un importante escenario del turismo rural sobre la base de favorecer la ictiología, así como la flora y fauna de los múltiples pisos ecológicos comprendidos a lo largo y ancho de lo que algún día Ciro Alegría denominaría «Serpiente de Oro».

 

¿Porque nos oponemos al Proyecto Marañón?

El Informe Final de la Comisión Mundial de Represas (CMR) de las Naciones Unidas (2004), indica que hay actualmente en el mundo cerca de 50,000 represas para hidroeléctricas, y que la construcción de represas para hidroeléctricas e irrigación es un negocio que redondea los 40 mil millones de dólares por año en todo el mundo, siendo el «lobby pro-represa» (organismos nacionales de energía y agua; organizaciones internacionales como ICOLD, IHA, ICID, WWC; y numerosas empresas de consultoría y construcción de represas) uno de los grupos económicos más poderosos del mundo. El informe indica que estos grupos, harán lo que sea para persuadir a los políticos que nos esperan el hambre, la miseria y las guerras por el agua, a menos que se continúe con la construcción de las represas. La represa más grande del mundo es la Represa de Tres Gargantas en China, y la segunda más grande es Itaipú en la frontera Brasil-Paraguay; y las represas de Tucurí y Balbina en la Amazonía del Brasil están entre las 20 más grandes del mundo. La Comisión hizo una investigación en más de 1,000 represas para hidroeléctricas en diferentes países. El Informe revela que las represas para hidroeléctricas e irrigación, están causando impactos graves al ambiente y desconociendo múltiples normas y leyes internacionales. Entre los impactos más importantes se incluyen la destrucción de ecosistemas estratégicos, el desplazamiento forzado de comunidades en condición de vulnerabilidad como indígenas, mujeres y niños, la pérdida de fuentes de alimentación y de sustento, y la falta de participación pública y acceso a la información entre otros. Estos impactos son suficientes para rechazar el Proyecto Marañón.

 

El tamaño del impacto de grandes represas en términos de desplazamiento es notable. La CMR en su informe estimo que hasta el año 2,000, las grandes represas habían desplazado entre 40 y 80 millones de personas a nivel mundial. En América Latina hasta el año 2,000 aproximadamente 580,000 personas habían sido desplazadas a causa de 62 represas. Yo participé en el 2004 como miembro del Mecanismo de Investigación Independiente del BID en la evaluación social y ambiental del Proyecto Hidroeléctrico Yacyretá entre Argentina y Paraguay, y pude constatar que más de 100 mil personas fueron afectadas por este proyecto. El Informe de la CMR complementa que, los recientes descubrimientos científicos sobre los gases de efecto invernadero emitidos por las represas y el alcance de los impactos ecológicos globales de las mismas, hacen que estas infraestructuras sean  rechazadas cada vez más. Las investigaciones de la CMR, dan miles de ejemplos de impactos sociales y ambientales negativos, de corrupción y masacres causados por estas obras de infraestructura. Por ejemplo, la Represa de Tres Gargantas en la China, la más grande del mundo, desplazó más de 1 millón de personas rurales en este país y la represión fue brutal a los científicos, periodistas y campesinos que se opusieron a esta obra. Las empresas estadounidenses Harza Engineering y Voith Hydro, que construyeron esta represa, compraron hasta la conciencia de los dirigentes chinos, siendo la construcción de esta represa ejemplo de la más grande corrupción que hubo en el mundo. Las represas Tucurí y Balbina en la Amazonía del Brasil, situadas entre las 20 más grandes del mundo, han emitido apenas en sus primeros cuatro años de funcionamiento hasta 20 veces más gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, dióxido de azufre y oxido nitroso) que generando la misma cantidad de energía con combustibles fósiles, y por la inmensidad de sus embalses/lagos, continuarán emitiendo estos gases por siempre. La empresa alemana Lahmeyer International, que realizó los estudios de factibilidad y construyó la represa Bakún en Malasia, fue denunciada por la Universidad de Dortmund en Alemania por falsedad en las estimaciones del estudio de factibilidad para favorecer sus intereses hasta lograr la construcción de esta represa. Esta empresa alemana, según el informe de la CMR, estuvo involucrada en la matanza de miles de indígenas Maya Achí del pequeño pueblo de Río Negro en Guatemala, quienes opusieron resistencia al verse afectados por la represa Chixoy. Esta empresa alemana fue contratada por el Ministerio de Energía y Minas del Perú para hacer en los años 80 el estudio de evaluación de los recursos hidrológicos del río Marañón, la misma que dio nacimiento al Proyecto Marañón.

 

El informe resalta que, debido al pésimo rendimiento de las represas en el mundo, el índice de construcción de nuevas represas está cayendo rápidamente en todo el mundo.  En muchas partes del mundo la favorable cobertura mediática de los debates y las luchas contra las represas están debilitando la vieja creencia en ellas como resplandecientes iconos de prosperidad y modernidad. A mediados de la década anterior se detuvieron o suspendieron varios proyectos de grandes represas en Japón, Argentina, Malasia, Corea del Sur, Noruega, Honduras, Pakistán, Namibia y en muchos otros países. Aún así, están en construcción numerosos proyectos muy destructivos y muchos más se planifican por burócratas e ingenieros descabellados como es el caso de los Proyectos Corina y Marañón en la Amazonia peruana para abastecer de energía al Brasil. En este país, las grandes represas han tenido un impacto directo sobre aproximadamente un millón de personas, quienes han visto sus tierras y forma de vida destruidas. A causa de esto, en el Brasil se ha creado una enorme oposición a la creación de más represas en su Amazonia, por eso el Gobierno del Brasil impulsa con el apoyo financiero del Banco de Desarrollo Económico y Social del Brasil (BNDES) la participación de empresas brasileñas, como Engevix, OAS, Camargo, Odebrecht, Andrade Gutiérrez, Querioz Galvao y otras, en estudios y  proyectos de construcción de centrales hidroeléctricas en la Amazonía peruana, como es el caso de los proyectos CORINA y Marañón.

 

Alternativas a Centrales hidroeléctricas en la Amazonía

Creo que es necesario una revolución energética en el Perú y su Amazonía. Destacaré aquí algunas tecnologías que podrían ayudar a la misma. En el escenario de Energía sin Fósiles de Greenpeace, las energías eólicas y solares suministrarían la mayor parte de la electricidad a fines de este siglo. La energía eólica es por lejos la que más promete a corto plazo entre las energías alternativas. En la actualidad más de 2,500 turbinas eólicas producen energía eléctrica, la mayoría en zonas con vientos como el norte de Europa y en el oeste de EEUU, pero la industria se está expandiendo rápidamente hacia nuevas áreas. La principal promotora en el mundo es la Asociación Europea de Energía Eólica (AAEE) y esta tecnología se encuentra disponible en Dinamarca (líder en el mundo de esta tecnología), Suecia, Gran Bretaña, Alemania y Francia, que tiene grandes parques de energía eolica en sus costas. El Perú, podría promover la inversión de estos países, para construir parques eólicos en la costa peruana utilizando los vientos que existen en esta zona y abastecer así de energía para electricidad y riego a esta región y anular de esa manera el impacto negativo de grandes hidroeléctricas en la Amazonía.

 

La energía solar, tiene dos tecnologías principales para generar electricidad: las energía solar térmica (también llamada termo solar), que utilizan espejos para concentrar la luz solar hasta alcanzar una temperatura capaz de convertir el agua en vapor, que luego se utiliza para generar electricidad; y la energía solar fotovoltaica (FV), constituido por paneles que transforman la luz solar directamente en electricidad. Dos de las corporaciones de energía de los EE.UU., Nerón y Amoco, han construido numerosas centrales solares térmicas que están funcionamiento en California y otros estados. Desde 1980, se han instalado cerca de 2 millones de sistemas solares térmicos domésticos en Indonesia, Republica Dominicana, Zimbabwe, México y Sudáfrica. La segunda fuente de energía que crece con mayor rapidez es la FV. Estos abundan en Japón, Alemania, los Países Bajos y los EEUU, en este último se espera la instalación de 2 millones de paneles solares en esta década. La Sociedad Americana de Energía Solar (ASES en inglés) estima que la energía solar suministrará el 20% de la energía en los EEUU en el 2020. Una Política Energética para la Amazonía Peruana debe considerar estas tecnologías y evitar iniciativas destructivas como el Proyecto Marañón.

 

Las pequeñas centrales hidroeléctricas (PCH) que son plantas de hasta 10-25 Mw., pueden ser una opción apropiada ante una gran represa. El Ministerio de Energía de los EEUU calcula que en 2000 la capacidad instalada de pequeñas represas en todo el mundo era de  más de 20,000 Mw. (el 3% de la capacidad hidroeléctrica instalada). China posee 85,000 PCH con una capacidad de 25 Mw., lo que representa cerca del 40% de la capacidad hidroeléctrica total de ese país. Esta es otra alternativa para generar electricidad para pequeños distritos en la Amazonía.

 

La energía de las mareas es una tecnología que tiene un gran porvenir como fuente de energía amigable con el ambiente. La central mareomotriz de 240 Mw. construida en los años 70 en La Rance, al norte de Francia, aún produce energía. Gran Bretaña en el estuario de Severn y Rusia en la bahía de Penzhina están construyendo centrales mareomotrices. El Perú en su Océano Pacifico, tiene un gran potencial de generar grandes cantidades de energía para producir electricidad para los pueblos de la costa.

 

Actualmente se esta expandiendo el uso de la electricidad alimentada por gas natural debido a los beneficios económicos y ambientales que ésta tiene. Las reservas del Perú parecen ser suficientes para suportar un auge nacional en el uso del gas natural. Actualmente ya están disponibles las microturbinas a gas, versión en miniatura de las turbinas a gas. Una microturbina a gas e 30 Kw. tiene el tamaño de una heladera y genera suficiente energía para abastecer a una pequeña empresa. No soy favorable por la más antigua de las energías renovables: la Biomasa, pues la Organización de las Naciones Unidas considera que si bien el uso de la biomasa para obtener energía comercial es factible en una escala reducida, podría ser que existan algún día plantaciones gigantescas que podrían ocasionar hambruna, arrebato y conflicto de tierras y explosiones de descontento social en gran escala. En Tailandia ya se dieron estos conflictos.

Según un Informe del SPDA, DAR y otros del 2011, el Perú tiene, sin afectar los ríos de la Amazonía, un potencial de energía limpia (hidroeléctrica en los Andes 20,000 Mw., eólica en la Costa 10,000 Mw., termo solar 10,000 Mw. = 52,000 Mw.) equivalente a casi 6 veces su demanda de electricidad proyectada al año 2020 el cual es de 9,000 Mw.

 

Pero se necesita para esto que el Perú elabore una Política Nacional de Desarrollo Energético Sostenible para el corto, mediano y largo plazo. Se tiene conocimiento que el Gobierno peruano ha recibido del BID, un Préstamo Programático de Reforma de Política Energética denominado «Nueva Matriz Energética Sostenible». Pero no se conoce nada de los avances de este préstamo.

 

Para el problema de escasez de aguas para riego en la costa, las alternativas serian: desalinización de las aguas del océano pacifico para ser usadas para riego, uso de aguas subterráneas, y mejorar la eficiencia de los sistemas de riego.

 

Corolario. Hace unos días (23 de Agosto de 2011), el Congreso de la República aprobó la Ley Nº 89/2011-CR, Ley de Consulta Previa, para dar voz y voto a los pueblos indígenas en proyectos de actividades extractivas en sus territorios. Con la Ley no sólo se pretende evitar los conflictos sociales, también se promoverá el respeto al medio ambiente, y a los recursos naturales como el agua y los bosques. Sin embargo, la Defensoría del Pueblo aclaró que esta ley no establece un derecho al «veto» por parte de los pueblos indígenas. La ley establece que: el acuerdo entre el Estado y los pueblos indígenas como resultado del proceso de consulta es de carácter obligatorio para ambas partes, y en caso que no se alcance un acuerdo, corresponde a las entidades estatales adoptar las medidas necesarias para garantizar los derechos de los pueblos indígenas. Por eso los amazónicos debemos estar alertas para que no se hipoteque la vida de nuestras futuras generaciones, por un crecimiento económico falso que favorezca los intereses de países vecinos. En la Amazonía peruana no nos oponemos al crecimiento económico. Muy por el  contrario, deseamos este crecimiento pero con una Amazonía sana y en equilibrio ecológico. En tal sentido compartimos el sentir de nuestros hermanos indígenas para quienes: «represar el río es como obstruir las venas de una persona. Afecta todo el cuerpo y después viene la muerte». Eso mismo pasaría con la cuenca del río Marañón: «el agua, la tierra, los bosques, los animales, los peces, los pueblos indígenas que dependen y viven en él, también morirían». No queremos que esto suceda. Pero de persistir con estos proyectos que pretenden mal utilizar y destruir la cuenca del río Marañón, sabremos defenderla como defendimos la integridad del Perú ante Ecuador y Colombia.