“Por sus obras los conoceréis”

Que emoción se siente cuando centenares de personas van juntas en procesión acompañando al anda del Señor de Los Milagros que como todos los años en el mes de octubre es venerado en todo el país y en muchos lugares del mundo. Casi todos conocemos la historia de que un mural donde estaba pintada la imagen del también llamado Cristo Moreno no se derrumbó a pesar de un terremoto que azotó Lima y otros movimiento telúricos, se mantuvo intacto.
Mucha gente de la época se quedó muy sorprendida y más aún cuando muchos creyentes le empezaron a atribuir milagros, puesto que se postraban frente a la imagen para pedir por sus almas.
Ahora el Señor de Los Milagros es reconocido por los fieles católicos que siguen atribuyéndole situaciones de bienestar en sus vidas espirituales. Así vemos miles y miles de personas grandes, chicos, adultos mayores que siguen el recorrido programado por las Iglesias en el mes morado que es denominado Octubre.
Nos preguntamos que el corazón latería más y la emoción sería más profunda si todos y todas los que creemos en el Cristo, en el mensaje que nos dejó de Amor y Paz, sí de amor a nuestro prójimo, a nuestra madre, padre, hermanos, familiares, amigos, vecinos y todo ser de nuestro entorno, y si tan solo nuestra fe tuviera el tamaño de “un grano de mostaza” muchos problemas de nuestra sociedad tengamos la seguridad que no existirían, y seguro la paz sería el regalo más hermoso de la vida.
El egoísmo, la avaricia, los malos pensamientos, malos sentimientos y otros sentires negativos, nos condenan hasta ahora a ser una sociedad convulsionada que cada día se acrecienta en males. Tan solo si nos preguntáramos día a día, qué hice hoy por mi prójimo, que puedo hacer hoy? Cómo puedo contribuir a que esta comunidad iquiteña sea mejor?
Desde lo pequeño que podemos aportar, va sumando si todos nos planteamos el mismo objetivo. Seguro eso espera de nosotros el Señor de Los Milagros, que a través de su mensaje que poco hacemos caso, se pueda presentar el milagro más grande para una vida y muerte digna de todos los mortales de esta hermosa tierra Amazónica que nos ve desarrollarnos, todavía equivocados. Que nos conozcan por nuestra buenas obras.