¿Políticos maniatados?

Se dijo que los procesos administrativos, los formularios que se tienen que llenar, los requisitos que cumplir para los expedientes técnicos, los plazos de los procedimientos que de existir, no se cumplen, se hacen eternos, pueden durar meses, años, decenios. Es un poco la experiencia de los indígenas y sus proyectos con el Estado, tal como se expuso en la reciente reunión realizada en Nauta.
Estos trámites burocráticos son los que traban la rapidez en cuanto a los proyectos que se tienen que realizar, una burocracia que no ha sabido simplificar los trámites administrativos en beneficio de la población. También los criterios técnicos que son complejísimos y las observaciones vienen una tras otras.
Nos preguntamos, cómo se entiende si son tan rigurosos en observar el mínimo detalle en los expedientes técnicos de las obras en general, que los mismos después de aprobarse, siguen siendo observados y en el colmo, después de realizadas las obras siguen apareciendo observaciones que ya se transforman en irregularidades.
Las de antaño, las de años recientes y actuales autoridades se quejan de los trámites burocráticos, se quejan de la extremada lentitud de los procedimientos administrativos, pero qué han hecho hasta la fecha para que esto se revierta. Alguna vez hubo toda una publicidad de la simplificación administrativa, que al parecer no estaba dirigida para trámites de proyectos.
Podemos pensar que el aparato administrativo estatal y quienes lo manejan están sobre el poder de las autoridades políticas de turno, puesto que los que han plasmado ese sistema son los profesionales y técnicos de los ministerios y diversas entidades del Estado tras las leyes dadas por el poder político, pero parece se les va de las manos y el control cuando pasa a manos de los tecnólogos. Entonces porque no disponer una reingeniería de esos procesos obsoletos que hasta a ellos les ata de manos.
Se siente vergüenza ajena escucharles decir, “no podemos hacer nada”, “los procesos son así”. Entonces ellos no saben gobernar? Las salidas lo pueden dar los políticos que tienen el poder de decidir los cambios y los técnicos (profesionales) del sector público que nos han llevado a sus “remolinos”, a sus complejidades formuladoras, que no hacen más que construir una nueva forma de corrupción, porque varias veces hemos escuchado a funcionarios y alcaldes decir que tienen que “soltar” dinero para que sus proyectos “salgan más rápido”. Esto no saben las autoridades de turno? No serán todos los del cuentito, porque suena fuerte entre voces.
Tanta gente especializada en los Ministerios del Estado para que nos compliquen la vida y no, nos la resuelvan? Son aspectos que Lima no ve, y no quiere ver, por eso nuestro sistema está colapsando. Esperamos que las visitas a las regiones de los ministros les ayuden a conocer más la realidad nacional y proponer cambios. La verdad que un requisito para ser autoridad de ese nivel debería ser conocer el país y no que recién la descubran. Y así llegaremos al Bicentenario. Ojalá que no.