Pobladores de la comunidad fronteriza de Santa Rosa piden ayuda para enfrentar la pandemia

  • Temen que número de pacientes se incremente y no puedan atenderlos

La segunda ola y la nueva variante de la Covid-19 en Manaos, permite, una vez más, saber de la triste situación en la que se encuentra nuestra frontera, donde la preocupación crece a medida que los casos de pacientes COVID-19 también se van incrementando. Desde el cielo es notorio ver la diferencia que existe entre el lado peruano y la tierra de los hermanos países de Colombia y Brasil, que también están siendo afectados por el mortal virus, pero ellos cuentan con hospitales y un mejor sistema de salud, mientras que, en la Isla Santa Rosa, región Loreto, solo existe un centro de salud de atención primaria, que no tiene camas UCI, ante la necesidad que pueda existir un paciente grave. Pero ahí están los profesionales de la salud, que pese a las deficiencias continúan atendiendo.
En la isla Santa Rosa, existe incertidumbre, temor y preocupación por la segunda ola. En las últimas horas se detectó un nuevo caso, se trata de un paciente de 43 años quien evoluciona favorablemente, pero el temor es que los casos puedan ir en aumento, tal como se vive en Manaos. Pero en algún momento algún poblador se iba infectar pues muchos cruzan la frontera para comprar sus productos de primera necesidad o ante la visita de ciudadanos colombianos y brasileños.
Durante una reciente reunión de las autoridades, Max Ortiz Rubio, alcalde de Santa Rosa, reiteró el pedido al Consejero Regional, José Alberto Trujillo Paiva, de los innumerables petitorios que hacen de manera constante al gobernador Elisbán Ochoa Sosa.
“Al consejero le di a conocer sobre los pedidos que siempre se le hace al gobernador, pero nunca nos atiende, cuantas veces me fui a topar la puerta, pero nunca fui atendido. Ese es mi malestar, dándole a conocer para que miren también la frontera porque está es la puerta de entrada y salida”, manifestó el alcalde.
La autoridad cuenta que el año pasado pudieron afrontar la pandemia de la Covid-19 con el apoyo de un sacerdote de Tabatinga y el cónsul de Perú en Colombia, quienes apoyaron con medicinas y otras ayudas. “Pero el gobierno regional brillaba por su ausencia, cuando se les llamó nunca contestaron. Que yo sepa no tuvimos el apoyo, por eso me admira que haya venido el consejero”, prosiguió.
La población está cansada de las mentiras de las autoridades pues sólo creen que se van a pasear y no hacen nada en concreto por mejorar la situación de la frontera, que lucha contra el centralismo loretano, tal como lo hace Iquitos con la capital.
“Necesitamos urgente la implementación de la posta con medicinas, oxígeno es lo principal. Necesitamos un hospital para poder competir con Leticia y Tabatinga porque nosotros damos pena. Que nuestras autoridades se preocupen de verdad de nuestra frontera. Estamos preocupados” dijo Max Ortiz Rubio, alcalde de Santa Rosa.
Hoy la ciudad de Tabatinga estaría cerrando su frontera, el mismo camino le seguiría la ciudad de Leticia, lo que preocupa a los peruanos, debido a que en muchas ocasiones son recibidos para atención médica. Ante ello, el alcalde Ortiz espera que Caballococha no les cierre la puerta. (R. Graicht)