Por: Fernando Herman Moberg Tobies
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@FernandoMobergT
Cómo pasa el tiempo querida madre, las paredes de nuestra casa nos demuestran que todo va cambiando, los árboles del patio que daban sombra a nuestro hogar han desaparecido, los rastros del pasado acurrucado en tus brazos solo quedan en recuerdos de una mente caprichosa, el tiempo pasa querida madre por tu cuerpo que te aleja hacia el camino desconocido, mientras mis conquistas me alejan de las raíces que plantaste para dar tus frutos en la tierra que arraigaste amar.
Cómo pasa el tiempo querida madre y ya no es mi prioridad llegar del colegio y esperarte en la mesa para almorzar juntos, ya ni lo hacemos. Cómo pasa el tiempo querida madre, tan frío como la noche que nos desconecta sin sentimientos aparentes para dormir y soñar recargando la esperanza de un futuro sin ansiedades ni pasiones que torturen el alma. Yo empiezo y tu desciendes, yo corro sin pensar en el cansancio y el cansancio ya es parte de tus pasos, querida madre luchadora por encima de tus luchas, servidora por encima de tus carencias, amor por encima de las palabras enfermas que aprendiste a bordear en silencio, gracias por tus heridas y cicatrices, gracias por tu ejemplo de fortaleza eterna.
Cómo pasa el tiempo querida madre, los cantos a las seis de la mañana por los cumpleaños quedaron en ecos de los cuartos donde crecimos, ya no hay rock & roll a todo volumen por las tardes, ya no está mi hermana y sus amigas inseparables, ya no estoy yo, y en algún momento Luciano se irá, y quedarán más sillas vacías, cucharas sin usar, personas a quien abrazar, cómo pasa el tiempo…
Cómo pasa el tiempo querida madre, que solo recordar lo joven que eras, perdono todo tus errores, porque siento que yo no hubiera podido hacerlo mejor, ya no tomo leche por las mañanas para endurar mis huesos, ya no recibo un beso por las noches para acentuar mi seguridad, ya no tengo abrazos para canalizar mis conflictos, la ropa lavada no huele tan rico y pensar que tus manos y tus pies me dieron la oportunidad de estar en donde estoy me aflige de que la vida te tenga que marchitar para dar luz a otro ser.
Cómo pasa el tiempo querida madre, que ninguno de mis éxitos tiene valor si no tengo el brillo de tus ojos dándome tu aprobación, y me pregunto por qué Dios se resiste a parar el sistema manipulador, nos alejan de los nuestros para servir a otros, dejamos los momentos esenciales con nuestra familia para conseguir algo dentro del “juego social”, y a la muerte no se lleva nada y deja una gran pena, que gran incongruencia evolutiva.
Cómo pasa el tiempo querida madre, ya no caminamos de la mano por las calles de Iquitos, ya no me ilusiono con las cosas que me compras con tu esfuerzo, ya no llamas en la madrugada si es que no aparezco, ya no desayunamos los domingos en familia, ya no voy a paseos familiares, ya no averiguas quiénes son mis amigos e intentas protegerme. Cómo pasa el tiempo querida madre, que ahora ya no te tengo miedo pero sí gran respeto; cómo pasa el tiempo querida madre que tus defectos ahora para mí son lecciones, las distancias han empezado a marcar nuestro territorio, pero jamás mi corazón dejará de latir e imponerse en tu nombre y en la gratitud que te tengo.
Cómo pasa el tiempo querida madre, que tu esfuerzo de levantarte de madrugada, caminar tres horas al día, y las consecuencias de tu trabajo en tu salud ya se acaban querida y amada madre, lágrimas que han bendecido mis pecados y demarcado mis visiones.
Cómo pasa el tiempo querida madre que ya se acerca el momento en que me tendré que volver a ir, y esta vez… sí dolerá… Feliz cumpleaños.
