Piensas: Acuerdo de esclavitud 10.X

La deslealtad nos ha llevado a la máxima crisis de la especie humana, porque por más evolución que seamos no logramos conseguir estabilidad en lo que pensamos, decimos y hacemos, cuando supuestamente todo se basa en vivir sin conflictos, en tranquilidad, manteniendo el ritmo positivo del crecimiento personal y laboral, con la esperanza de que la democracia algún día sea real y que las oportunidades realmente estén al servicio de todos.
No somos leales a nosotros mismos, miremos nuestros vicios y manías, y cuando nos conviene lo somos con otros y a medias, pero que no podemos juzgarnos tanto porque nuestro proceso evolutivo lo justifica en la inmadurez funcional del cerebro que aún no aplica sus máximas capacidades.
Para no descarriarnos por nuestros instintos primitivos, desde el principio de la sociedad (unión de individuos para coexistir) se ha aceptado la GUÍA Y CONDUCCIÓN de personas instruidas por la experiencia e identidad con su pueblo, como también de otras que solo buscaron beneficios ocultos, personas que han dirigido el destino y los estilos de vida de los demás que eran responsabilidad de sus conocimientos, lo que nos da el panorama que la realidad de cada ciudad o país tiene que ver directamente con las decisiones de sus autoridades, que con el paso del tiempo han ido quedando en la historia hasta las distorsiones que les causó el poder, consumiéndolos.
Ahora la globalización nos somete a sus reglas, que podrían tal vez a largo plazo como siempre, chorrear a las masas, al pueblo, y en corto plazo como siempre, desbordar a la feliz minoría, a los poderosos, pero más allá de esa dualidad de la democracia que vivimos, la crisis está en que se acepta las imposiciones del Primer Orden Mundial sin valorar nuestra realidad y procesos, y todo porque las autoridades se venden al dios que si hace que las cosas se den o desaparezcan, al dinero, negociaciones que no representan a la voz del pueblo ni a su trascendencia.
Como es posible que habiendo centenares de familias que sólo consiguen un ingreso mensual de trescientos soles a menos, una población donde ni la mitad de sus habitantes llegan al sueldo mínimo, no podamos acceder a una mejor calidad de atención de salud gratuita, como es posible que el ex presidente Ollanta Humala en el 2016 haya firmado el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica que complica aún más la situación de la salud pública, el acuerdo prohíbe la comercialización de medicamentos genéricos que son económicos, y refiere que sólo se venderán los que son de los laboratorios de las transnacionales autorizadas.
La salud es una política de estado, hay mucho dinero de por medio, y por encima, una gran responsabilidad con las personas que se dice gobernar, dirigir, conducir, beneficiar, y no estamos viendo la posición de respaldo a un país donde no toda su gente tiene agua ni desagüe, casa propia o buena educación, sin accesos de comunicación eficientes, tenemos productos y alimentos caros, y al parecer las normas y leyes son aplicadas sólo para los que pueden comprar dignidad.
No es justo, sí hasta en nuestro himno nacional dice que SOMOS LIBRES, que no podamos en un futuro utilizar nuestras propias SEMILLAS en nuestras propias huertas, para si es que no logramos encontrar algún trabajo aunque sea podamos tener nuestra propia chacra para alimentarnos y fácil conseguir unas monedas sin tener que caer en la corrupción o en actos delictivos. Este Acuerdo Transpacífico busca que las Transnacionales que ganen la Licitación sean las únicas que vendan las semillas y productos que por herencia cultural no nos cobra la naturaleza que nos brinda y pertenece.
Se impulsan esfuerzos para mejorar la educación por parte del gobierno, creando becas integrales y exigiendo investigación, pero no logro entender la hipocresía o doble moral cuando el Acuerdo Transpacífico IMPONE que si alguien investigando encuentra la cura para algo, no podrá beneficiar al pueblo ni podrá hacerlo efectivo hasta recién pasado más de veinte años, así sea mejor o más barato, ya que sólo se emplearán los métodos de las Transnacionales desde su firma hasta el fin del acuerdo económico. Y que el Perú ni piense en renegociar las cláusulas porque le cae una demanda internacional donde se salvaguarda los intereses de los inversionistas por encima de la población.
Me da pena mi país y nuestra gente, nos maltratan como quieren, nos manipulan con novelas y series televisivas que nos impiden entender cómo funciona el verdadero sistema en el que vivimos, las autoridades mendigan rogando el voto de las masas y cuando están adentro, dan la espalda a quienes hicieron que sus vidas puedan cambiar, y abren los brazos a la coima de los caramelos que son arrojados por los ricos calculadores, que después de tanto dulce ya no importa la lealtad, sino la globalización de sus apellidos y cuentas bancarias.
A donde vamos a llegar como nación si sólo se sigue beneficiando al embudo invertido, la base ancha y descuidada es el pueblo unido que compra y usa lo que los de arriba, de la punta fina, ofrecen. Si se sigue vendiendo el país a extranjeros volveremos a ser esclavos, parte de un reinado con corona y métodos modernos camuflados, aprendidos y perfilados por generaciones que igual someten a la desigualdad, y al servicio de los “iluminados”.
No podemos perder nuestra alma por la avaricia que te lleva a la tumba sin bendición, no debemos permitir que nos utilicen para servir como el nuevo despertar de América o Europa, exijamos nuestra libertad de proceso, donde la equivocación y el perjuicio sean una variable externa no esperada y no parte de la intención escondida que favorece a los vacíos personales de carroñeros sin espíritu.
El Perú es un país maravilloso por su gente que aún se conecta con la naturaleza para motivarse y olvidar lo que le aqueja a su consciencia, es maravilloso por nuestro caminar lento pero seguro, por la unión de sus familias. Somos una especie a la que nos obligan a moldearnos a esquemas y poses que nos critican y censuran si nuestras costumbres no son erradicadas, y consiguen destruir nuestra autoestima social que es aprovechada por los políticos electorales, ya no lo permitamos, capacitemos a nuestra gente, busquemos el conocimiento, unamos esfuerzos, demostremos al mundo que ser Peruanos no es lo que las autoridades muestran con sus malos ejemplos, el pueblo es diferente, cambiemos juntos la historia de nuestra patria, re-evolucionemos el sistema.
Seguimos con la Re-Evolución Amazónica de lunes a viernes en Hablemos Claro de nueve a diez de la noche por Amazónica de televisión – canal 2.