Personal de serenazgo de Maynas habría arrojado a anciano indigente a orillas del lago Morona Cocha

-Estuvo por diez días soportando sol y lluvia y compasión de vecina hizo que el infortunado hombre sea puesto a buen recaudo.

«Llegó una camioneta con tres personas, entre ellas una mujer, eran del serenazgo de Maynas vestido de color azul, allí traían a dos personas, uno de ellos era don Juan, les tiraron a orillas del lago y encima le robaron una bolsa llena de ropa que los curas le regalaron al abuelito; no puede ser posible que existan personas de mal corazón que hagan este tipo de malas acciones, imagínense que sea un familiar suyo, primero pensé que el abuelito estaba bien, luego nos dimos cuenta que es inválido, por eso mi hija y yo le trajimos acá debajo de esta casa que es de altillo y le dimos comida y ropa; ya está más de una semana y nadie se quiere hacer cargo de él, aunque sea alguien de la casa del adulto mayor que venga para que se lo lleven,  o sus familiares que viven por San Juan que vengan a verlo para que le lleven a su casa», dijo doña Corina, vecina de la zona.

Este caso se registró en la ampliación Jaén ubicado a espaldas del CONAFOVISER en el sector de la Pradera, luego que la señora Corina Angulo Carbajal (52) se diera cuenta que una persona de avanzada edad se encontraba merodeando por la zona solo y sin que nadie le brinde ayuda. Según los vecinos del lugar, una camioneta vino por este sector y dejó abandonado a su suerte a Juan Silva Silva (64) y otra persona más que sí pudo salir del lugar con rumbo desconocido.

Juan Silva es una persona con discapacidad y  se dedicaba al cuidado de motos en la vereda del Vicariato ubicado en los cruces de Putumayo con Arica, cuando fue intervenido, al parecer, por personal del serenazgo de Maynas, «Yo cuidaba moto en la Putumayo con Arica, de allí me levantaron los serenazgos y un policía y me trajeron hasta este lugar y me dejaron a la orilla del lago, no sé cuál era la intención de ellos, allí también había un policía quien veía desde el carro lo que me hacían, no puedo caminar, por eso es que no pude regresar a la ciudad, pero gracias a esta vecina puedo decir que estoy a salvo, yo no hice nada, solo me dedicaba a cuidar moto eso es lo que más me duele», sostuvo entre lágrimas  el anciano.

Vecinas de la zona pidieron a las autoridades que tomen cartas en el asunto y que vean la situación de don Juan y si es posible que lo internen en la casa de ancianos «San Francisco de Asís» para que así pueda estar más tranquilo y gozar de algunos beneficios, por otro lado se conoció que el infortunado hombre tiene familia por el distrito de San Juan y está a la espera que lo puedan ubicar para que también sea otra posibilidad de ir a vivir con ellos. (C. Ampuero)