Cotidianamente en este espacio editorial anteriormente hemos emitido conceptos referidos a la característica que debe presentar un candidato al Congreso, como una forma de ser legal y leal a quienes los elegirán. Posiblemente nuestra exigencia de poner como factor principal que los candidatos demuestren su capacidad para un cargo de tal naturaleza, con la presentación de un título universitario. Lo que sin duda quizás haya parecido exagerado, pero lo hicimos conscientes de la necesidad que tiene el país y la región, de ubicar personas capaces y honestas en un Congreso donde se dan las leyes que regirán la vida del país.
Podríamos aceptar que se pueda prescindir de la exigencia de un título, pero creemos que el que aspira a representarnos debe estar dotado de un conocimiento que manifieste su cultura sobre la realidad amazónica y más que nada la realidad de nuestro pueblo.
En algunos ambientes se asegura que es casi imposible poder discurrir sobre la realidad socio económica de la región, por no existir en nuestro medio foros que permitan ilustrar a quienes desean incursionar en política, pero aquí si que podemos discrepar con tal argumento, toda vez que Iquitos, durante el lustro pasado ha sido escenario de infinidad de certámenes, locales, regionales nacionales e internacionales, que dejaron simiente en el campo de la política económica y partidaria, como para alimentar el hambre de conocimientos de toda nuestra población.
Basados en tal circunstancia, es que esta vez pedimos que se mida la capacidad de representatividad que pueda tener un candidato, en un circuito de debates entre todos los aspirantes a congresistas, en foros debidamente planificados y con libretos que estén debidamente comprometidos con la realidad regional. Seamos conscientes y aceptemos que sólo dándose debates centrados en la solución a nuestros problemas, podremos definir quién está capacitado para representarnos en el Congreso de la República, el Gobierno Regional y los gobiernos municipales.
Creemos que nuestra propuesta es la más cercana a un real conocimiento de las cualidades de nuestros virtuales candidatos. Que habrá muchos que desdeñarán el debate, es una realidad; eso se verá en el transcurso de tales debates si estos se dan, si no lo hacen creemos que deberán recibir el reconocimiento ciudadano por la hidalguía de renunciar, conscientes de sus limitaciones para discutir temas de alta política a nivel congresal.
En cuanto a los ambientes para tales debates, se podrá decir que faltan escenarios, pues muy sencillo, allí están las universidades que son los foros más relevantes para fomentar el debate. Su misión de preparar a nuestras juventudes las compromete de sobremanera para ser las mentoras de un certamen que podría decirse tiene características académicas, dado el fin que se persigue.
Sin duda allí está la sugerencia, el libreto casi listo en su totalidad y los ánimos los dejamos a los candidatos de ahora y a quienes se animen a desarrollar todo el trabajo que significará calificar a los aspirantes a una curul para defender los intereses amazónicos en el Congreso de la República.c