Es interesante cómo el ser humano racional que dice ser evolucionado, logra ser manipulado, contaminado por sentimientos ajenos, arrastrado a un juego donde solo queda buscar quién será el que logrará lavar la gloria opacada que mantiene la mediocridad latente.
No puedes jugar con la esperanza de las personas, ni con su sufrimiento, no puedes usarlos para llegar a tener mejores oportunidades, más aún si les pintas que tus intenciones no tienen nada que ver con aprovecharte del protagonismo; estás condenando tu vida, tus ideales, y tu espíritu, podrás tener todo lo que se rinde al poder y estarás por encima de los demás, pero tus pensamientos jamás te darán tranquilidad, vivirás arrepentido sin poder cambiar, sin poder conocer la felicidad de la gratitud de una sonrisa que podrías realmente haber cambiado su vida, jamás conocerás la dicha de ver llorar de felicidad a quienes podrías haber hecho que crezcan agradecidos y sabes que lo repetirán con otros.
Hemos olvidado que nada material llevaremos cuando estemos muertos, y nuestras conquistas aún están enfocadas en ganar más y más dinero, justificando la ausencia de calidad de tiempo a nuestros hijos, justificando la frialdad al momento de hacer negocios, sin importar las consecuencias secundarias, alejamos a la familia que solo da amor y no poder social, nos pasamos intentando ingresar a cierto sector, y ya no escuchamos los consejos del amor, y de pronto te das cuenta, que aún hay vacíos, que algo duele, hay nostalgia, cuando no debería ser así, y te la pasas en silencio, amargado, humillado ante ti mismo, y frente a ti, no puedes huir, porque sabes quién eres, sabes cómo pensaste y llegaste a donde estás, y lo triste es que tus palabras y tus intenciones jamás volverán a crear bien a la humanidad.
Si vamos a luchar por la gratitud de tener luz, y darla a los que están detrás de nosotros esperando algún rayo que les pueda servir para iluminarse, seremos bendecidos; nuestra familia será dichosa, y tus palabras construirán sin mentiras maquilladas; cuando estés cansado, sentirás placer, cuando enfermes, habrán varios cuidándote y orando por ti, cuando caigas, muchos estarán ahí levantándote a tu ritmo, cuando luches por una causa, la esperanza de la gente estará en tus manos y podrás vencer toda adversidad, porque tu ideal es grande, está por encima de ti y del sistema que divide y confunde a los hombres; vivimos en un sistema social creado no por nuestra naturaleza evolutiva, sino por los que despertaron primero y se denominaros dioses, dejando sin conocimientos de dónde venimos y cuál es el fin a donde realmente deberíamos avanzar.
El sufrimiento es un motor que construye una mala acción en un gran aprendizaje, se convierte en una motivación; todo aprendizaje toma su tiempo, no puedes juzgarte hasta el grado de creer que no puedes, solo tienes que recordar que después de caer, tienes que esperar a sanar, y luego seguir avanzando.
Muévete, no te quedes esperando, nos pasamos tan ciegos que cuando abrimos nuestra percepción a la verdad, queremos correr y nos damos cuenta que ya estamos cansados.
P I E N S A S
