P I E N S A S

Por: Fernando Herman Moberg Tobies
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hmoberg@hotmail.com

Considero que las mentiras son como la salida de emergencia de un gran edificio, puedes utilizarlas pero solo en situaciones en las que puede peligrar tu seguridad, pero si las usas todo el tiempo son pasillos vacíos, fríos y sin sentido; las palabras construyen lo que tus ideas quieren demostrar, no puedes usarlas para crear fantasías, para salir de la realidad de la que no escogiste pero que no puedes escapar, solo tienes que aceptar, entender, perdonar.
Mentimos por tratar de adaptarnos, para encajar, para sentir que somos parte de algo que juzga y discrimina, crecemos bajo preceptos en los cuales aprendemos a desear lo que no poseemos, y nos la pasamos soñando, creando historias que nada tienen que ver con nuestro destino. En verdad, no tenemos la culpa de la mitomanía pasajera de crisis en las que nos asomamos cuando nuestras defensas están sin alegría y esperanza, admiramos el materialismo que consume los valores y debilita nuestra inocencia, porque es así como fuimos dominados para ser parte del sueño de un poder del pasado, de alguien que cegó su amor y jugó a ser Dios, creando pobreza, desigualdad, desequilibrio, sufrimiento y perdición.
Antes, cuando aún el hombre observaba los astros para inspirarse a filosofar, cuando caminaba observando el horizonte para entender su misión, en esas épocas la palabra era un medio para conquistar corazones y crear aliados mentales, hoy en día solo divide y crea autosuficiencia que se expresa en críticas destructivas y ofensas que son difíciles de cicatrizar para el alma.
Queremos lo que no tenemos, sufrimos porque no podemos conseguirlas, nos frustramos porque no superamos alguna experiencia, y  excusamos en mentiras nuestros deseos, letras que cuando se pronuncian, llenan de emociones nuestros sentidos, suspiramos ganadores al ver el brillo de  quien nos escucha y confía en nuestros verbos, y llenamos con aire ego, momentáneamente el vacío que tenemos, y cuando ya no hay nadie frente a ti, te desinflas, te sientes débil, desorientado, desolado de tu desdicha, de no ser lo que dices, y no decir lo que eres.
Lo ideal está en hacer tu día especial, escuchar a alguien que necesita decir el esfuerzo que hace por los suyos y busca ser reconocido, observar la dedicación y consistencia de los que sufren para motivar tus metas por encima de tus complejos, permitir las lágrimas que fluyen de quien descarga sus pasiones que lo atormentan, las palabras fueron creadas para dar aliento, para reforzar lo que un abrazo no puede decir, para hacer sentir a los nuestros que podemos alejarnos, pero nunca disminuirá el cauce de un río que se llena con consejos reptelos de amor y protección, las palabras fueron creadas para dar a conocer las historias de quienes cambiaron el mundo, para aprender y no volver a equivocarnos, pero jamás su fin es esclavizar tu alma.
Cuando lo que salga de tu boca sea real, consistente, con amor y paz, construirás una energía que podrá cambiar el rumbo de la humanidad, en la unidad está la estrategia para acabar con tanta injusticia, y así, solo ahí, cuando tus palabras estén llenas de sabiduría, podrás entender de dónde vienes y hacia dónde vas.