Oleoducto operará el 2017 año que termina contrato petrolero con transnacional

  • La empresa Pacific Stratus empujada a la quiebra total
  • El contrato petrolero no consignó específicamente eventualidades como avería en el ducto

    FOTO Roger Grández

En el contrato petrolero firmado entre Perúpetro y la empresa Pacific Stratus Energy del Perú S.A., en base al acuerdo de Directorio N° 083-2015, en la cláusula primera de definiciones se refieren a casos fortuitos o fuerza mayor donde se menciona a incendios, temblores, inundaciones, paros, o cualquier otra causa. Se puede notar que no se hace constar la posibilidad de averías en las tuberías del Oleoducto Nor Peruano, por lo menos no está explícitamente.
En el contrato se determina todo un proceso de cumplimiento de obligaciones de ambas partes, entre ellas la parte del Punto de Fiscalización de la Producción que es el lugar donde las partes realizan las mediciones y determinaciones volumétricas, a fin de establecer el volumen y calidad de los hidrocarburos fiscalizados. Como se puede notar la dramática coyuntura generada a partir del bombeo «clandestino» por Petroperú, afecta a todo el sistema de bombeo, y a todas las empresas operadoras.
Ello por las observaciones dadas al mantenimiento del Oleoducto Nor Peruano, que no se realizó en forma debida y los informes sobre la situación negativa en que se encontrarían varios tramos de la tubería, ha ocasionado que Osinergmin sea drástico en ratificar el no bombeo de crudo, lo que se cumpliría hasta el 2017.
Vale señalar que en un reporte solicitado por el diario «La Región», esta entidad supervisora fue clara al desdecir en un principio a Petroperú cuando anunció que hasta el 15 de junio se reiniciaban las operaciones. Más bien deslizó que en esa fecha se empezaría a trabajar en ubicar las averías y los puntos críticos del Oleoducto, para recién a partir de este resultado empezar a trabajar en las reparaciones.
Entonces se calculó que el reinicio del bombeo de crudo de petróleo podría ocurrir en el mes de octubre. Ahora sabemos que tendremos que esperar hasta el 2017, que no se ha determinado el mes y está claro que no habrá producción y el recurso Canon Petrolero para la región Loreto, queda trunco.
Sobre este complejo tema de hidrocarburos, el economista Róger Grández, refiere así: «Primero, fue el Lote 192 (ex 1AB) administrada por la quebrada Pacific Stratus, que desde el 14 de febrero de 2016 no registra actividad operativa de extracción y a partir del mes de junio de 2016, el Lote 8 con 45 años de actividad, se encuentra a punto de desfallecer y golpeada por la indiferencia de una entidad estatal.
Con la prolongación del reinicio del Oleoducto que se extendería hasta el 2017, la empresa PlusPetrol Norte no puede controlar sus costos de producción ante la caída de su actividad extractiva; agregando que las barcazas que utiliza para transportar el crudo, lo hace midiendo riesgos: el puerto logístico de Trompeteros y auxiliares, para realizar operaciones de embarque del crudo, no tienen las condiciones mínimas de seguridad, y allí hay un punto focal de riesgo inminente de algún desastre ambiental de consecuencias muy graves.
Al mes de junio de 2016, el Lote 8 extrajo 140,200 barriles de petróleo crudo, que representa 44 por ciento menos que el mes anterior y 75 por ciento menor respecto al mismo mes del año anterior. El canon petrolero, estimado, para el mes de julio 2016 y que se transfiere en la última semana de cada mes, será igual al valor de la deuda programada por el MEF y que se venía descontando mes a mes hasta abril: s/.1’903,682.
Si se autoriza el descuento, Loreto no recibirá NADA, y si el MEF desea ser compasivo con Loreto por fiestas patrias, el monto asignado sería el siguiente: el distrito de Andoas recibiría s/. 5,016; Trompeteros s/. 14,730; Rosa Panduro s/. 866; Iquitos (Municipalidad Provincial de Maynas) s/. 72,403.
De aquí para adelante (segundo semestre 2016) y si el Oleoducto vuelve a operar en el 2017, el panorama para Loreto sería peor de lo que se vivió en el 2015. El panorama económico va a encontrar su punto de ebullición en la insatisfacción social y las finanzas públicas a punto de colapsar.
Y es que al no existir inversión privada (actividad petrolera y forestal colapsada) y los gastos corrientes financiados con canon petrolero en un punto muerto; los daños colaterales serán múltiples: el desempleo se va a refugiar en la informalidad, la actividad comercial caminará más lento y el sistema financiero aumentando sus provisiones». (D.López)