Naves retenidas

Son cuatro embarcaciones fluviales que fueron retenidas en el río Corrientes. Los Apus que vinieron de la zona dicen que son menos, solo dos. Y que nadie de la tripulación está impedido de abandonar las embarcaciones. Incluso dijeron que “dieron permiso a uno de ellos de regresar a Iquitos porque estaba enfermo del corazón”.
Estas expresiones nos ponen en evidencia que las autoridades de la comunidad nativa de Santa Rosa en el río Corrientes no están muy enterados de la situación que ha generado la actitud que tomaron, al protestar contra la comunidad nativa de Belén, que es con la que tienen el problema de tierras por un título que a decir de ellos le favorece a sus vecinos en contra de sus intereses.
El tema es que ya son dos meses aproximadamente que están las cuatro o dos embarcaciones retenidas en el río Corrientes, aunque los armadores propietarios de las naves fluviales hablan de secuestro y señalan que ellos no tienen nada que ver en el problema de las dos comunidades nativas. Que realzan acciones comerciales en la zona y fueron retenidos con toda la carga incluyendo alimentos que ya estarían malogrados.
Recuerdan que la toma ocurrió el 16 de junio de 2018 a las naves “Hilal III”, “Rosmil” (empujador más barcaza) y dos embarcaciones de tipo pongueros (uno vacío y otro con carga), cuando quedaron impedidas de seguir su ruta por el río Corrientes. Es la versión de los propietarios.
Mientras, en Capitanía de Puerto se conoció que el caso pasó a la Fiscalía Penal de Nauta. No queremos pensar que como administradores o responsables de la navegación fluvial estarían tratando de decir que sea esa instancia de justicia que solucione el problema. Porque de allí tendría que pasar al Poder Judicial y podría resolverse en mucho más meses. Lo que significaría que las naves fluviales tendrían que permanecer retenidas.
Este sería el contexto. Hasta del mismo Ministerio Público, específicamente en la Fiscalía de Prevención del Delito de Loreto, trascendió cierta lentitud en el accionar para que se liberen las naves fluviales. ¿Qué estaría pasando? Se trata de una violación a las libertades de transitar libremente. Se entiende la protesta de los moradores de Santa Rosa, pero todo lleva a un límite, y que pasado ello se presentan otras connotaciones que lindan contra el derecho de otros y que está tipificado en el Código Civil y Penal de nuestra jurisprudencia nacional.
El fin de semana hasta corrieron rumores que varias embarcaciones de navieros de Iquitos se enrumbarían hasta esa zona del río Corrientes a rescatar a las naves retenidas. Aunque también se conoció que una comisión de autoridades entre ellas Capitanía y la Fiscalía de Prevención del Delito irían hoy a la zona a resolver el conflicto, que ya lleva una denuncia penal contra las autoridades comunales (Apus) de dicha comunidad.