Nadie debe agredir

Estamos por ingresar a Febrero, mes reconocido mundialmente como del amor y de la amistad, y quizás para aprovechar la emotividad que ofrece esta temporada del año, el Centro Emergencia Mujer ha decidido poner en marcha las campañas «No te calles» y «Quiere sin violencia».

Explican que en el primero («No te calles») se abocarán a combatir los casos de feminicidio sensibilizando a las mujeres a que denuncien a la primera manifestación de violencia, que ésta sea a tiempo, para evitar que esta actitud llegue a niveles de gravedad hasta que ocasione la muerte de la mujer.

La sensibilización también se dirigiría al hecho de que muchas mujeres denuncian, pero, luego lo dejan pasar, abandonan el proceso por diversas razones, por temor, por dependencia económica, por no dejar «a los hijos sin padre», con el alto riesgo de que se queden también sin madre. Una figura que podría darse.

Qué bien realmente que el Centro Emergencia Mujer se aboque a modo de campaña en este tema tan sensible. Cuántas mujeres en estos momentos están atravesando situaciones de violencia intolerables, pero, ellas necesitan además de facilidades para la denuncia, un acompañamiento en lo que será su vida después de este paso, una orientación acertada. Lo ideal en ciertos casos son las Viviendas de Acogida, que faltan implementar en Iquitos y Loreto en general.

La otra campaña («Quiere sin violencia») apunta a los recién enamorados, principalmente a los jóvenes, orientando a que no permitan que su pareja les falte el respeto físicamente o de palabra, con insultos, gritos, humillaciones, que deriva en maltrato psicológico. Esto no se debe permitir a nadie, sea de parte del hombre o de parte de la mujer.

Los medios de comunicación tenemos una responsabilidad social en ese sentido, de llevar estos mensajes a la población a fin de lograr familias mentalmente saludables, porque la violencia ocasiona trastornos en la conducta de todos los afectados, agresores y agredidos. Cuando las parejas se agreden, los hijos se desequilibran emocionalmente y se convierten en víctimas.