¿MONOCULTIVOS EN EL NANAY? NO, GRACIAS

Por: José Álvarez Alonso

 

La Sociedad Peruana de Ecodesarrollo – SPDE ha denunciado en estos días las pretensiones de una compañía privada de obtener dos concesiones por 20,000 hectáreas para sembrar palma aceitera en la cuenca de la Quebrada Curaca, afluente del Nanay, colindante con el área de amortiguamiento de la Reserva Nacional Allpahuayo – Mishana. Estas concesiones se superponen con bosques primarios y el Bosque de Producción Permanente, que por ley es intangible para actividades agropecuarias.

 

Quiero aquí añadir algunos argumentos adicionales contra el cultivo extensivo de palma aceitera en la cuenca del Nanay, argumentos utilizados en un documento elaborado por el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana en el 2011.

 

Básicamente, la opinión del IIAP es que los cultivos de palma aceitera sólo deben ser promovidos en áreas deforestadas o intervenidas de aptitud para cultivos en limpio o cultivos permanentes, previa calificación de acuerdo con un proceso de zonificación ecológica y económica de la zona – ZEE, y previa opinión favorable del MINAM, según establece la legislación vigente. En cualquier caso, y cuando se trate de plantaciones de monocultivos (sea de palma aceitera o de cualquier otro agrocombustible) en grandes extensiones con fines industriales, es indispensable la realización de un estudio de impacto ambiental y social (EIA) que determine claramente la pertinencia del proyecto, con base en la evaluación de los riesgos y amenazas tanto para la biodiversidad y los ecosistemas, como para las comunidades locales, y en caso de que se considere viable socioambientalmente, se establezcan las medidas pertinentes de mitigación de impactos.

 

El IIAP opina que no debe promoverse el cultivo de palma aceitera, bajo ningún concepto, en suelos con aptitud forestal o de protección, con bosques o sin ellos, tal como establece la Ley Forestal y de Fauna Silvestre; mucho menos deben ser promovidos estos cultivos en bosques de producción permanente, en áreas de amortiguamiento de áreas naturales protegidas, en cabeceras de cuenca, y en otras zonas sensibles, como hábitats frágiles o cuencas que abastecen de agua a ciudades. El IIAP ha elaborado un mapa que delimita las áreas aptas para cultivo de palma aceitera en la selva baja, básicamente en zonas intervenidas y sin conflictos ambientales.

 

El IIAP desaconseja enérgicamente la instalación de plantaciones extensivas de palma aceitera en la cuenca del Nanay por las siguientes razones:

–   La cuenca del Nanay es la abastecedora de agua potable para la población de Iquitos y poblaciones aledañas, y cualquier alteración grave de la cobertura vegetal puede poner en riesgo la provisión de este vital elemento, tanto en cantidad como en calidad. Las plantaciones industriales de palma aceitera, además de implicar la tala de grandes extensiones de bosques nativos, requieren de altos insumos de agroquímicos y por tanto implican una grave amenaza de contaminación del agua.

–   Existe una ordenanza regional vigente, del 2003, (Ordenanza Regional Nº 006 – 2003 CR / RL, «Declaran la Cuenca del Río Nanay como Zona de Exclusión para Actividades de Extracción Minera y para aquellas que alteren la cobertura vegetal»), con el propósito precisamente de proteger las fuentes de agua de Iquitos.

–   El área de influencia de la Carretera Iquitos-Nauta fue objeto de un estudio muy detallado y una propuesta de Zonificación Ecológica y Económica por parte del IIAP a fines de los años 90. En esta propuesta se califica a la zona en las que se está planificando sembrar palma como «área de aptitud forestal y para protección»; en estas zonas, la legislación vigente prohíbe expresamente las actividades agropecuarias.

–   Las zonas donde se está planificando establecer plantaciones de palma están cubiertas en su totalidad por bosques primarios muy poco alterados, los que apenas han sufrido una mínima extracción selectiva de algunas especies maderables y de fauna silvestre. Es política del Estado Peruano, y un compromiso formal ante la comunidad internacional, proteger los bosques primarios amazónicos, como una medida para reducir las emisiones de carbono y para contribuir a mitigar los impactos del cambio climático.

–   La mayor parte de las zonas donde se está solicitando establecer plantaciones de palma corresponde a colinas bajas fuertemente disectadas, un relieve frágil y proclive a la erosión si es que es retirada la cobertura boscosa, y por tanto no apropiado para cualquier tipo de cultivo.

–   La zona donde se está planificando establecer plantaciones de palma ha sido solicitada por la comunidad campesina de Santa María de Nanay para ser titulada como territorio comunal. El trámite fue iniciado en el año 2002. En todo caso, esta zona es territorio tradicional de esta populosa y antigua comunidad (más de 1000 habitantes, fundada hace más de 250 años), en el que los pobladores realizan sus actividades cotidianas de aprovechamiento de recursos de flora y fauna con fines de subsistencia. La comunidad de Santa María del Nanay tiene, por tanto, un derecho adquirido sobre esta zona y bajo ningún concepto deben ser otorgados derechos sobre la misma zona a terceros.

–   En la cuenca del Nanay y la contigua cuenca del Pucacuro, el IIAP y el SERNANP-Ministerio del Ambiente, están impulsando el establecimiento del corredor biológico «Nanay-Pucacuro» que garantice la conservación a largo plazo de la biodiversidad y de los procesos ecológicos esenciales de esta megadiversa región; de establecerse las plantaciones de palma aceitera propuestas en el límite de la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Allpahuayo-Mishana se cortaría totalmente la conectividad de los bosques de esta reserva con el resto de bosques en el corredor: esto impediría el flujo de genes entre poblaciones de animales y plantas silvestres, lo que sometería a la extinción a muchas especies de plantas y animales de esta reserva.

 

Como alternativa a la tala de bosques primarios para instalar plantaciones de palma aceitera, el IIAP propone que se promueva este cultivo exclusivamente en áreas intervenidas o deforestadas, para lo cual ha elaborado un mapa donde se delimita estas áreas en la Región Loreto. Para el caso del área de influencia de la Carretera Iquitos – Nauta, existen decenas de miles de hectáreas deforestadas en los mismos márgenes de la carretera, buena parte de las cuales calificarían para la siembra de palma aceitera; en estas zonas es donde está ya promoviendo su cultivo el Gobierno Regional de Loreto.