Mi Patria, mi Fe

– Los peruanos, aún creemos en el Perú:
Adolfo Ramirez

Por: Adolfo Ramírez del Aguila
Docente

En todas las escuelas del Perú, acabamos de festejar en este pasado fin de semana, el gran orgullo de ser peruanos. Con desfiles, pasacalles, estampas y danzas, nuestros estudiantes de todo el país, acompañados de sus maestros y de sus padres, tomaron literalmente las calles, para hacer derroche de peruanidad. Fue un acto de amor sincero, de miles de niños y jóvenes que, portando la bicolor en sus pechos henchidos,  demostraron el auténtico patriotismo y fe en su propio P-E-R-Ú.
Se me viene a la mente, aquella época -década de los 90- en donde un presidente peruano de facto en ese entonces, mostrando una partida de nacimiento de dudoso origen, hizo coincidir el 28 de julio con su cumpleaños, obligando burdamente a todos los peruanos,  a reemplazar las Fiestas Patrias por su onomástico. Recuerdo, que el verdadero patriotismo en ese momento de la historia, era suspender todo tipo de desfile escolar, para mostrar desde la escuela, una valiente posición cívica y democrática en contra del autócrata. Finalmente, y gracias a Dios, el dictador de pies de barro cayó, y desde ese día, la celebración del cumpleaños de la patria, fue devuelta a todos los peruanos.
Mi Patria, el Perú. Pródiga en recursos naturales, rica en biodiversidad, multi-variado en sus ecosistemas; nos regala la oportunidad material de cimentar las bases de un mejor desarrollo sostenible que beneficie económicamente a todos sin descartar a nadie. Tengo fe, que llegará ese día, en que la desnutrición de un niño, la miseria de una madre, el abandono de un anciano, el olvido de un enfermo,  serán situaciones superadas.
Mi Patria, el Perú. Multi-diversa en su cultura, multi-étnica en su gente, multi-linguística en sus comunicaciones; nos regala la oportunidad de construir un país de todas las sangres, de todas las pieles, de todas las almas, formando un solo cuerpo nacional que integre a todos y a todas, sin ningún tipo de discriminación. Tengo fe, que llegará ese día, en que los peruanos, libres de todo prejuicio, llegaremos a abrazarnos como hermanos, cicatrizando todas nuestras heridas existenciales, superando todos nuestros odios viscerales, ahuyentando  a ese pernicioso desprecio por la vida que nos ha vuelto tan violentos.
Mi Patria, el Perú. Valorada en el mundo por su riquísima gastronomía, aplaudida internacionalmente por sus lauros deportivos, venerada por sus increíbles rincones turísticos, admirada por su profunda religiosidad popular; nos regala, la maravillosa oportunidad de demostrar que somos más que nuestros problemas, somos más que nuestros escándalos. Tengo fe, que superaremos nuestras propias vallas, para demostrar sin complejos, que ser peruano, siempre será sinónimo de creatividad, de perseverancia, de pundonor.
Mi Patria, el Perú. Con un pasado de tantos aprendizajes, con una historia escrita con la sangre de tantos peruanos, que  nos han enseñado a nunca doblegarnos ante la adversidad, y que han construido nuestra grandeza, promoviendo el bien común, la justicia, la paz, la inclusión y el amor. Tengo fe, que nuestras luchas del día a día, vencerán a todos los sometimientos y traiciones, desterrarán a las ideologías del servilismo, y jamás permitirán, que un peruano sea el enemigo de otro peruano.
Mi patria, el Perú. Que se construye día a día, gracias a la lucha de una madre, que saca adelante a sus hijos; al levantamiento de un obrero que arranca sus reivindicaciones;  a la irrupción de un campesino que lucha por un salario digno; a la cruzada de un funcionario que muestra las manos limpias. Que se construye, gracias a la perseverancia de un deportista, que logra sus altas metas; a la dedicación de un maestro que genera una educación de calidad; al despertar de un joven que abre espacios de participación; al grito de una mujer que exige sus derechos pisoteados; a la resistencia de un nativo que defiende sus bosques de los depredadores humanos. Tengo fe, que esos peruanos que luchan cada día, harán del Perú un país de ensueños,  un país del sí se puede,  un país enrumbado hacia su bicentenario, como pueblo de todas las sangres, como pueblo que busca aún, la independencia pendiente.
Mi patria, el Perú. Un lugar en donde se construye la peruanidad, en el acto concreto de un policía correcto que da ejemplo en el cumplimiento de la ley; en el político  honesto que cuida los recursos del Estado; en el juez probo que hace justica según las leyes y su conciencia; en el médico humano que cuida la vida sin distinción de ningún tipo. Tengo fe, en ese Perú, en donde aún es posible encontrar un abogado que defiende el derecho de los débiles, un maestro que enseña la verdad con el ejemplo, un ingeniero que pone el cemento exacto para que no se caiga el puente, un comerciante que vende con el precio exacto, un motocarrista que trata con amabilidad a sus pasajeros, un gobernador que maneja la cosa pública con transparencia.
Mi Patria, el Perú. Del cual me siento orgulloso de ser descendiente de peruanos como: Manco Inca, Túpac Amarú, José Olaya, Miguel Grau, María Elena Moyano, Rosa Panduro, el soldado desconocido, entre otros, que no dudaron en arriesgar su propia vida para impedir la intromisión colonial y neocolonial, de los que se creen dueños del mundo. Tengo fe, en los peruanos de hoy que seguirán la tradición de nuestros mártires, que no vacilarán en  expulsar a los oportunistas de toda laya,  que no dudarán en inmolar su propia vida, por amor a sus hijos y los hijos de los demás.
Esa es mi patria, el Perú, y tengo fe en todo ese potencial que late en el corazón de cada peruano y peruana. Que Dios bendiga a nuestra nación. Felices Fiestas Patrias. Amén.