Marcando el paso

El diálogo se debe reiniciar hoy en Saramurillo con una comisión de alto nivel del gobierno central y delegaciones de autoridades locales y regionales, que por supuesto también con poder de decidir sobre los temas agendados. Si le miramos del lado de la confianza, el asunto no es nada difícil en cuanto a tratar los reclamos indígenas, se refiere.

Y cuando decimos se deben reiniciar las conversaciones, no es que estemos dudando en cuanto a que si sucederá o no el hecho, sino el factor clima, u otros que podrían retrasar el inicio de este importante encuentro del Estado con un sector poblacional del país marginado por décadas, más que otros grupos poblacionales. Es que hoy según el pronóstico del tiempo habrá mucha lluvia, lo que puede afectar el transporte aéreo.

Entonces, a las 10 de la mañana de hoy lunes, se escribirá en la historia de los pueblos indígenas, en la memoria de las federaciones, pero, lo más importante es y será siempre, la medición de los resultados de estas conversaciones. Si bien hay respuestas netamente técnicas o políticas, dada las exigencias amparadas por la Constitución Política del Perú y los acuerdos internacionales que el país firmó, los esfuerzos por las soluciones por algunas de las vías tienen que darse.

A partir de hoy, no se trata ya de seguir calentando asiento, no se trata de responder ambiguamente, ni de que el paso del tiempo debilite acuerdos al punto de desaparecerlos. Una mesa técnica tiene necesariamente que trabajar hablando y haciendo, acordando y plasmándole en trámites en el acto. La tecnología actual así lo permite. Un oficio a un ministerio puede llegar desde Saramurillo en cuestión de segundos, para ser impreso e ingresado por mesa de partes, y así se irían dando forma a las soluciones.

Se ha dicho tanto en estos últimos días, también, en cuanto a la originalidad de la descendencia de los indígenas de las diferentes etnias que protestan en el río Marañón, que hasta eso ignoramos, que ellos han absorbido gran parte de nuestras formas, como el vestir, el alimentarse (hacen su propia fusión), el idioma (son bilingües) español –lengua madre, aman su música típica, como gustan de una cumbia, balada, hasta los importados pasillos ecuatorianos. Basta convivir un par de días con ellos, para darse cuenta que sin dejar de ser auténticos, adoptan costumbres mestizas. Como cuando nosotros nos alineamos con extranjerismos.

En cuanto a conductas, sabemos que en todo grupo o sociedad existen buenas personas y malas personas, como que hay ricos buenos y malos; y también pobres buenos y malos. Pero, pensamos que en esto tiene que prevalecer la defensa del medio ambiente, de los derechos y obligaciones que están escritos en los documentos de peso jurídico. Nada está inventado. Solo se tiene que cumplir.