Lucha sin fin

La situación de la trata de personas sigue siendo muy preocupante porque ni la coyuntura de la pandemia a significado un freno para esta actividad ilícita donde los llamados tratantes convierten en esclavos modernos a sus víctimas.
Es un sentir de impotencia lo que nos embarga al pensar que hasta ahora la lucha contra este delito no ha podido ser erradicado, a pesar que las leyes se han recrudecido para sancionar a quienes siguen afectando la vida de mujeres, niñas y niños, en su mayoría.
La inteligencia policial si bien desbarata las bandas de tratantes combatirla con mayores resultados es como la esperanza permanente, pero no se ve la luz al final del túnel, porque miles de personas en situación de vulnerabilidad caen en esas redes de criminales.
Se señala a la pobreza como uno de los factores para que caer víctimas de los tratantes de personas no sea tan complicado, aunque la falta de educación y de información sobre todo con las comunidades rurales, han convertido a estos grupos poblacionales en los lugares donde más captan.
Las falsas promesas de trabajo son una constante y los medios virtuales también han sido invadidas por están bandas criminales que operan en redes y que una vez que la víctima ha sido intimidada desaparecen, no responden los celulares, las direcciones que dieron son falsas, la supuesta empresa donde la persona captada trabajaría no existe.
En medio de la forma más cruda de la trata de personas que representa la explotación sexual, también está la explotación laboral y no solamente la que se da en la minería o en la tala de madera, sino que silenciosa y disimuladamente ocurre ante nuestros ojos.
Y nos referimos a las niñas y adolescentes que son traídas a la ciudad para trabajos domésticos con la mentira de que podrá estudiar, y para seguir con el disimulo se convierten en madrinas y padrinos; siendo la verdad que son pocas las facilidades que les brindan para que puedan estudiar, tampoco hay descanso, ni incentivos económicos.
En la municipalidad de Maynas duerme un proyecto que buscaba frenar, regularizar y hacer un seguimiento para las acciones que correspondan a la situación de estas jovencitas principalmente de la zona ribereña, un padrón mediante el cual se podría visibilizarlas. Esperamos que pronto se haga realidad ese registro porque ahí también se da la figura de trata de personas.