Locales escolares se caen a pedazos

En un rápido recorrido por la cuenca del Nanay, el gobernador ha constatado que los locales escolares están que se caen a pedazos, con el consiguiente peligro que eso conlleva para los educandos, más aún si son niños de inicial.
Sucede que no solo en esa zona los locales donde funcionan las instituciones educativas están  sumamente deterioradas, sino que eso es parte del paisaje en  todos los pueblos de nuestra vasta región.
Por donde vaya, la autoridad o el simple caminante, encontrará escuelas que dan pena por el aspecto que presentan, bien por el paso del tiempo o porque la construcción no ha sido bien hecha y eso ha dado lugar a un temprano deterioro.
Lo cierto es que así, el dictado de clases, en muchas partes, Iquitos inclusive, va a sufrir un gran retraso porque en esas condiciones los alumnos pueden arriesgar su integridad  física.
Lo que llama la atención es que ni los padres de familia ni los profesores hayan dado la voz de alerta para que las autoridades del sector hayan tomado las medidas para los arreglos correspondientes.
La falta de previsión es otro de los males endémicos que padecemos en Loreto, no saber adelantarnos a  lo que se viene, conociendo que nuestro clima es el que deteriorara prontamente las cosas.
Aparte de los problemas de los locales escolares, nos preocupa que el gobernador tenga que estar a merced de la buena voluntad de otras instituciones públicas para cumplir con su labor de ser ojo vigilante del trabajo que deben realizar los servidores públicos en bien de la colectividad. La Gobernación debería contar con una movilidad acuática propia, con su presupuesto de combustible, personal operativo que le permita a esta autoridad desplazarse por los pueblos ribereños en plan de inspección.