Llamada de atención

Serafín Filomeno fue un ejemplar educador,  un maestro a carta cabal icono y paradigma de muchas generaciones, tal como posteriormente lo fue con Pedro del Águila Hidalgo, de aquellos que dejan huella imborrable en el espíritu y en la mente.

Recuerdo de niño al antiguo local del Colegio Nacional de Iquitos (CNI) fundado el año en que nacía, si es que no me equivoco. Allí estudiaron cientos de jóvenes que después destacaron en las diferentes profesiones y actividades que emigraron a la capital siguiendo muchos de ellos, la famosa vía del Pichis para cruzar la cordillera e ingresar a la universidad o a las escuelas de las fuerzas armadas.

Frente a ese local, donado por la cámara de comercio, había una plazuela con un busto del gran maestro serafín Filomeno; en ese parquecito había bancas bien conservadas y sus veredas estaban mantenidas en buen estado. Cuando el CNI se trasladó a la G.U.E. Oscar R. Benavides en 1953, año en que inauguró, quedó el viejo local; se instalo allí la biblioteca municipal; Serafín Filomeno seguía en su plazuela; allí, en vacaciones después de leer algo en la biblioteca, me  juntaba con el maestro carpintero José Tuesta, de quien fui su ayudante en la construcción del cielorraso del auditórium del colegio Sagrado Corazón, con el cantábamos aquella canción del pintor que «nunca se acordaba de pintar un ángel negro…» siendo el del mismo color.

¿A qué viene esta remembranza? pues, al llamar la atención de las autoridades de la universidad (UNAP) o del municipio que cobra el arbitrio por parques y jardines, para que vean el abandono en que está la plazuela serafín Filomeno que luce el busto del educador en un muro a un costado desplazado por el huacamayo que está en el centro. Qué tristeza da ver esa plazuela que contrasta con la algarabía de los jóvenes estudiantes universitarios que reposan allí en sus horas libres.

El deterioro de ese pequeño parque nada tiene que ver con los destrozos que dejaron «los chinos», de eso debe responder el gobierno regional.

Sugerencia: El municipio debe buscar un lugar para construir un parque destinado a resaltar la ecología, donde no solo figure un huacamayo, sino todas las especies de nuestra fauna silvestre.

Reconstruyan la plazuela y pongan de relieve la figura del maestro Serafín Filomeno como símbolo del saber  y como faro de luz de la cultura.