Limpieza política

Cuando la congresista por nuestra región Loreto, Patricia Donayre, empezó a hablar sobre su proyecto de ley que deroga la Inmunidad Parlamentaria, de plano nos parecía imposible, y casi es imposible que la mayoría parlamentaria de Fuerza Popular le dé su voto, más aún cuando se sabe de cuatro congresistas fujimoristas sentenciados que no se puede hacer efectiva, justamente porque tienen esa “inmunidad” o tal vez más cercana a la inmundicia.
Y no solamente de Fuerza Popular, sino de otras bancadas parlamentarias que desean pegarse a esa mal llamada protección a los “padres y madres” de la patria, mientras ejerzan el mandado popular. Estos también le negarán su voto a Donayre.
Sin embargo, hemos estados atentos a sus declaraciones a través del diario La República, donde explica claramente cómo sería el procedimiento para lograr que su proyecto de ley sea finalmente aplicable y de esa forma que haya una limpieza política en el Congreso de la República, en Lima.
Explicó así: “Hay tres procedimientos, en realidad: el de las dos legislaturas y los 87 votos que se necesitan en cada una de ellas; el de una sola legislatura con 66 votos más un referéndum; y la tercera vía, la de la participación de la ciudadanía, por la que estamos optando”, dijo.
Y en esto de la participación ciudadana que es un poder legal que no se está usando en nuestro país, pensamos que la congresista Donayre está tocando un punto importantísimo que puede ir más allá del proyecto de derogación de la inmunidad parlamentaria, puesto que este mecanismo nos puede llevar a enmendar a un Parlamento abusivo y complaciente con sus propios intereses y en desprecio de los intereses de cada uno de los que formamos esta patria llamada Perú.
Y lo que es más insultante a la inteligencia, es que nosotros los elegimos, los colocamos en ese lugar y no estamos utilizando las herramientas legales como ciudadanía, para ponerles en sus sitio o mandarles a donde no atenten contra los intereses nacionales.
Es por ello el respaldo en esta primera muestra de que cómo ciudadanos podemos cambiar muchas cosas que parecen perdidas.
Entonces qué más dice la congresista loretana, en esa línea: “Habíamos pensado en un referéndum, pero nos han sugerido, para que pueda entrar como consulta al proceso electoral de octubre, presentarlo como iniciativa ciudadana, para lo cual el número de firmas (de ciudadanos peruanos) se reduce enormemente: necesitaríamos 70 mil, frente a dos millones y pico para un referéndum. Se presentaría al Congreso como respaldo a la propuesta presentada por mí, entraría al debate a la Comisión de Constitución y, si se rechaza o resulta modificada sustancialmente, necesariamente se consultaría vía referéndum”.
Entrar al referéndum significaría que nosotros los ciudadanos que les pusimos en el Parlamento podemos decirles: les vamos a regular quitándoles la inmunidad parlamentaria, basta ya de tanta majadería e ilícitos. Los y las ciudadanas podemos tener protagonismo en estos cambios. Es nuestra responsabilidad, además.