«Las reservas comunales de conservación no han nacido en oficinas limeñas»

-AIDESEP se pronuncia

-Sino son producto de largas y sacrificadas luchas de los pueblos indígenas amazónicos

-Mientras el Sernanp con sede en Lima «cede fácilmente territorio para conservación a empresas privadas afectando a las reservas comunales»

-En tanto que desde hace años seis proyectos de reserva comunal esperan ser establecidas: NAPO CURARAY, TIGRE CORRIENTES, CHAMBIRA, INUYA TAHUANIA, TAMAYA CACO Y YURÚA por cerca de 4 millones de hectáreas

 

Por: Diana López Meléndez.

A través de un documento dirigido al presidente de la República, al presidente del Congreso, al presidente del Consejo de Ministros, al ministro del Ambiente, al Defensor del Pueblo, entre otros, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana/Aidesep, se muestra en contra a la entrega fácil de territorio a empresas privadas con fines de conservación, mientras que la hacen difícil para la creación de las Reservas Comunales de Conservación.

De momento existen 10 Reservas Comunales de Conservación/RRCC que abarcan 2 millones 54 mil hectáreas «que son Áreas Naturales Protegidas/ANP, muy diferentes a las demás, por lo cual tienen el régimen especial mediante RJ N° 019-2005-INRENA-IANP» para que beneficie efectivamente a los pueblos indígenas que han usado esos territorios ancestralmente.

«Sin embargo, dentro del Sernanp se procesa su modificatoria que puede llevar a que se quede de adorno esa normativa especial», además que se debilite la administración indígena, que aumente el poder de la burocracia del Sernanp, y «termine siendo usada para  otros intereses y ya no de nuestros pueblos indígenas», señala el pronunciamiento de Aidesep.

«Las reservas comunales no han nacido en las oficinas limeñas, sino que son producto de largas y sacrificadas luchas de los pueblos indígenas y sus organizaciones comunales, locales, regionales, respaldadas por Aidesep. El Estado y el Sernanp demoraron en varios casos la creación de las reservas comunales entre 10 a 20 años, «sin fundamento alguno por las presiones de intereses petroleros, madereros y mineros».

Acusan que: «El Sernanp no tiene autoridad legal ni política para destruir el régimen especial de administración indígena de las Reservas Comunales de Conservación con propuestas modificatorias en un proyecto que se viene procesando», indican.  Mediante este proyecto se minimizaría la opinión de las Ejecutoras de Contrato Administrativo -ECA de la organización de los pueblos, sobre invasiones empresariales, «mientras el Sernanp cede fácilmente» los territorios a empresas privadas.

Así, «afectan las Reservas Comunales dando más injerencia a colonos y empresas» como supuestos «vecinos beneficiarios». También apuntarían a incumplir con el apoyo financiero estatal directo a las ECA y condicionarlo a que esos fondos sean manejados junto con el Sernanp.

Aidesep considera que «la propuesta del Sernanp enredaría las consultas previas para no llegar a establecer nunca, las nuevas seis reservas comunales, demoradas por años sin sustento alguno, a pesar de tener expedientes completos». Estos son: Napo Curaray, Tigre Corrientes, Chambira, Inuya Tahuania, Tamaya Caco y Yurúa por 3 millones 719 mil hectáreas.

Explican que «se pretende repartir esa amplia extensión a intereses de empresas u ONG madereras, turísticas» o de «conservación de museos». Entienden «que todas ellas sumisas ante la invasión de empresas petroleras, mineras, palma aceitera, de hidroeléctricas o súper carreteras del IIRSA. Por eso se excluyó en la Ley Forestal N° 29763 toda medida preventiva y de salvaguarda sobre las RRCC pendientes de definición».

Finalmente, la organización Aidesep exige al gobierno actual, al Minan y Sernanp, «suspender la apresurada aprobación del cambio y destrucción del régimen especial de las RRCC. Cumplir con el Convenio 169-OIT y la Ley N° 29785 para la consulta previa a los pueblos y organizaciones indígenas» sobre la propuesta de modificación del régimen especial. «Retirar de la propuesta modificatoria artículos que violan los derechos indígenas».