«La televisión también puede generar progreso… para todos»

-Mirtha Ibáñez, de «Haciendo Perú», demuestra que sí es negocio para el Perú hacer programas positivos. Una propuesta que vale más que vender las miserias humanas haciendo marketing de la pobreza.

En tiempos de canibalismo televisivo donde los realitys ventilan bajezas humanas o se amparan en el sufrimiento de unos para generar ayuda social con figuretismo, han surgido programas que sí apuestan por contenidos realmente positivos. No sólo en el cable, sino en la señal abierta. Un ejemplo es «Haciendo Perú» de TV Perú que en sus 2 años y medio, no sólo ha difundido casos de peruanos exitosos, sino que rompe el mito de que sólo lo negativo «le gusta a la gente». Eso es cierto, pero no realidad general. Sí hay mercado para una TV decente. Con esta consigna Mirtha Ibáñez, conductora de este programa de emprendedores, señala que es testigo de cómo la televisión puede cambiarte la vida, y volverse agente de cambio positivo para los peruanos.

«Soy comunicadora y actriz, hice varias obras teatrales. Al comenzar esta aventura con «Haciendo Perú» pensaba ganar experiencia en mi carrera, pero este tiempo viendo los casos, conociendo tanta gente valiosa en todo el país (porque viajamos mucho), me generó además una nueva forma de ver la vida. Y es lo que proyectamos en nuestros televidentes», señala Mirtha, quien no niega que la ventana del canal estatal da la tranquilidad de no vivir asustada por el rating. «Es cierto, no andamos con cifras de medición todo el día, pero sí medimos la reacción de la gente. Y es impresionante la cantidad de personas que no sólo nos ven, sino que acuden con sus casos de éxito. Somos unos convencidos totales de que, si se trata de verlo como negocio, captar televidentes y generar ganancias, la televisión sana también puede ser buen ‘negocio’ para las televisoras», acota.

El programa que conduce, realizado por Super M, productora dirigida por Manolo Alcalde, no sólo ganó el trofeo ANDA este año, sino que ha logrado repercusión. Se emite los domingos a las 9 am  con repetición los sábados a las 11am, pero sus reportajes además están en espacios diversos, y circulan en Internet por las nutridas redes sociales, siendo referencias para miles de peruanos. «Tenemos secuencias de emprendedores como base, pero también rescatando valores cívicos, así como desarrollo sostenible. Defendemos el progreso que respeta a los demás y al planeta, promovemos la creatividad y la perseverancia, a los peruanos comunes con una idea y que luchan por su sueño», agrega.

Su experiencia en obras de teatro, así como en espectáculos de improvisación (el arte del impro, en boga), hacen que Mirtha asuma papeles, con cámara escondida, y recorra la ciudad en busca de casos y personas con valores. «Una vez fui una chica que tiraba basura a la calle. Algunos miraban enojados, pero no hacían nada. Otros ni me prestaban atención, pero sí hubo quienes se dieron tiempo de recriminarme. ¡Y muy feo! Me gané más de un insulto. Fue una experiencia tremenda, fuerte… pero bella», dice, sin ocultar una sonrisa.

No es sólo cosa de «ayudar»

Ante la moda de los realitys que tienen como supuesto fin ayudar a gente pobre, ventilando sus miserias (disfrazadas en sueños) o generando al máximo la lástima nacional, Mirtha lo asume como parte de la conducta humana. «Hay gente a la que le gusta, es cierto. La televisión te vende lo que supuestamente quiere la gente, pero también debe ser socialmente responsable. Hemos probado que hay un tremendo sector que no solo ve programas positivos… son beneficiados por ellos, cambiándoles la vida, no con una lavadora. Es bueno regalar, pero es mejor crear desarrollo sostenible. Por eso, diferenciamos la filantropía, el regalo de alguien, del proyecto sostenible, de crear empresa, cambiando tu vida y la de tu entorno. Antes de hacer un programa sobre el que regaló algo a un barrio, difundimos el esfuerzo comunal del barrio por levantarse, sus obras, generación de empleos, trabajo en grupo. Es el verdadero apoyo y el incentivo a los televidentes. Ver gente como tú, yo, todos, pero que luchan y alcanzan, con esfuerzo, sus metas», finaliza.