La renovación del Opus Dei

– El papa Francisco exige cambios en las obras y asociaciones religiosas católicas:

Por: Adolfo Ramírez del Aguila.
arda1982@yahoo.es

Opus Dei

Seguramente amable lector, no le suene a nada si le digo: «Opus Dei». Pero si le menciono: «Cardenal Juan Luis Cipriani», sí que le resultará muy familiar. Para bien o para mal, Cipriani ha sido indiscutiblemente, la figura más visible y representativa del Opus Dei en nuestro país y en América Latina. Él era el favorito hasta hace poco, para ocupar un máximo cargo dentro del Opus Dei a nivel mundial; pero, acabamos de recibir la noticia, de que el papa Francisco, empieza a dar indicios de los primeros pasos para  renovar esta asociación religiosa, relegando las aspiraciones de nuestro cardenal peruano y promoviendo a un clérigo argentino, Mario Fazio, como vicario general de la obra a nivel mundial.
El «Opus Dei» que en castellano se traduce: «Obra de Dios», es una asociación religiosa católica fundada en 1928 por el sacerdote español José María Escrivá de Balaguer (1902-1975). En tiempos de Juan pablo II, fue declarada prelatura personal del Papa. En la actualidad, cuenta  con más de 90 mil seguidores distribuidos en 60 países en el mundo , y su poder político y económico amasado a lo largo de sus años de existencia, aliándose con dictaduras en el mundo (el franquismo en España, el fujimorismo en el Perú),  siempre ha recibido cuestionamientos desde dentro y fuera de la Iglesia. Esta asociación religiosa, empieza a ser renovada totalmente por el actual Papa.
Francisco, acaba de dar indicios de esa reingeniería urgente que necesita el «Opus Dei», a manera de demostrar a sus hermanos superiores religiosos, obispos y cardenales en el mundo, que  ha llegado la hora de reestructurar las instituciones eclesiales, para devolverles el sentido evangelizador para los cuales fueron creadas y dejar de ser entes muy influenciadas por ideologías oscurantistas, fascistas e intolerantes.
Según el periodista Juan José Mateos del diario «EL PAÍS» de España, el influyente cardenal peruano Juan Luis Cipriani, habría sido desplazado del alto mando del Opus Dei, porque su perfil pastoral no responde a la ola renovadora que impulsa dentro de la Iglesia el papa Francisco. Esta  prelatura papal entra en un escenario inédito, en que se diseña la era pos-Escrivá en los tiempos de Jorge Mario Bergoglio. Refresquemos la memoria del por qué el primer cardenal del Opus Dei, marca Perú, ha sido postergado en sus aspiraciones de poder dentro de esta asociación.
Durante el oncenio de Alberto Fujimori (1990-2001) el entonces Arzobispo de Ayacucho, y luego Arzobispo de Lima y Cardenal del Perú,  Juan Luis Cipriani Thorne, tuvo una participación política muy notoria como defensor del régimen autocrático del «chinito», utilizando el púlpito y sus homilías para desacreditar a los opositores democráticos que denunciaban ya en ese entonces, la instalación de un régimen muy corrupto.
En plena guerra contra el sanguinario movimiento Sendero Luminoso, a inicios de la década de los ‘90 y cuando la prensa denunciaba la desaparición forzada de comunidades enteras, como parte de la estrategia militar contrasubversiva, el entonces arzobispo de Ayacucho, Juan Luis Cipriani, puso en su despacho un letrero que decía: «En esta oficina no se aceptan reclamos sobre derechos humanos», congratulándose naturalmente con la derecha peruana anticomunista y el gobierno de su amigo, Alberto Kenya Fujimori.
Otra más. En 1996, durante la angustiante toma de rehenes en la residencia de la Embajada Japonesa de nuestro país, por parte del movimiento terrorista MRTA, nuestro cardenal, se ofreció como mediador para ingresar al lugar sitiado. Posteriormente, se le acusó de haber  hecho ingresar micrófonos camuflados en una guitarra y en un crucifijo, para lograr que el servicio de inteligencia tenga un mayor control de la situación. Su «mediación», terminó en un baño de sangre, con valerosos militares muertos y la eliminación total de los subversivos rendidos. La famosa «operación Chavín de Huantar» (1997) aumentó la popularidad del dictador Alberto Fujimori y consolidó el poder oscuro de su socio Vladimiro Montesinos.
Tradicionalmente, la presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) -una especie de colegiado de los obispos del Perú creado en 1955- por una deferencia especial, lo han tenido los arzobispos limeños de turno. Lo presidió el recordado Cardenal Juan Landazuri Ricketts, también el Cardenal Augusto Vargas Alzamora; y cuando Juan Luis Cipriani llegó a liderar ese arzobispado, nunca ha logrado tener el voto necesario para ser el presidente de la CEP; los obispos de todo el país, siempre han tenido recelos de su estilo pastoral muy autoritario, manipulador y fascista.
Muchos agentes pastorales e instituciones religiosas de menor rango, fueron víctimas también de sus arrebatos autoritarios. El Padre Gustavo Gutiérrez, por poner un ejemplo más sonado,  fue uno de sus chivos expiatorios preferidos. Este sacerdote peruano, muy famoso en el mundo por ser el «Padre de la Teología de la Liberación», vivía en una parroquia pobre del Rímac en Lima, y cuando Cipriani llegó a ser el arzobispo metropolitano de la ciudad capital, simplemente le hizo la vida imposible. Y es que Cipriani y el Opus Dei, hicieron una campaña de desprestigio en contra de la Teología de la Liberación, por su supuesto nexo con el marxismo. Intentaban de esta manera, defender una teología conservadora del agrado de Roma. Eran tiempos del papa Juan Pablo II y los asuntos de la recta doctrina, estaban en manos  del cardenal alemán Joseph Ratzinger.
Cuando en el año 2013, Cipriani y compañía estaban a punto de tomar el control de la Pontificia Universidad Católica del Perú, con el aval del Vaticano, la renuncia sorpresiva del papa Benedicto XVI, anuló toda su campaña intervencionista. La más prestigiosa universidad privada del Perú, continúa aún en manos de laicos profesionales  que mantienen una línea académica pluralista, tolerante y científica.
Que esta renovación del Opus Dei, sea un poner la barba en remojo para todas las demás organizaciones y congregaciones religiosas de nuestra Iglesia Católica, que prestan un valioso servicio evangelizador en nuestro país y en nuestra selva peruana. Amén.

2 comentarios en “La renovación del Opus Dei

  1. Muy buena apreciación del columnista, realmente esto nos refresca la memoria y nos pone al tanto de todo lo que sucede en esta asociación religiosa católica, que por muchos años ha sembrado un poco de desestabilidad social en el pais.

  2. El autor de este artículo se ha «querido comer el elefante por el rabo creyendo que es un tallarín». No conoce absolutamente nada de lo que es la Iglesia Católica, apostólica y Romana y la visión sobrenatural que ella posee.

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