La propiedad digital se ve revolucionada con los tokens no fungibles de Beeple

La industria del arte está cambiando. Por si aún no has oído hablar de él, Beeple es un nombre que, a partir de ahora, te va a sonar y mucho. El motivo no es otro que la venta de su obra «Everydays – The First 5000 Days» por 69 millones de dólares.

Esta ha sido la obra digital más cara de la historia y también la tercera más cara de un artista vivo (hasta el día de hoy). Aunque ya no solo por eso, sino que la obra de Beeple, ha puesto de manifiesto y de moda un concepto nuevo como es el de los tokens no fungibles (NFT debido a sus siglas en inglés).

¿Qué son los tokens no fungibles?

Los NFT (tokens no fungibles), básicamente, se pueden definir como fichas que representan algo. Es decir, son como monedas en otro tipo de formato y aportan numerosas ventajas; el principal: no tener por sí mismos sino por lo que representan.

Basados en tecnología blockchain, los token no fungibles son una oportunidad en sí misma, representando algo totalmente irrepetible. Es por eso por lo que sus ventajas se  han utilizado para subastar obras de arte virtuales, aunque también para el compartir información en los medios de comunicación digitales.

En el caso de obras de arte, el usuario que las adquiera, podrá revender el token que represente en el futuro. Es decir, el usuario sabe que lo que ha adquirido es una obra totalmente genuina, auténtica, asegurándose así que pertenece al artista que la creó y el token lo que hace es almacenar toda la información que ha tenido lugar con esa obra de arte.

¿Podrían las NFT convertirse en un nuevo método de pago de casino?

Aunque las NFT aún no se utilizan en los casinos en línea, podrían convertirse en una de las más populares formas de pago en los casinos online en un futuro próximo. Los tokens no fungibles (o NFT) llevan comercializándose desde el año 2017 y en el mercado de NFT OpenSea llegaron a alcanzar los 95,2 millones de dólares el pasado mes de febrero.

En definitiva, el mercado de los NFT se ha convertido en algo así como un gran casino mundial en el que se inventan e intercambian nuevos activos. Estos sirven para comercializar con ellos con solidez, como ocurre con los millones de apuestas que se realizan en los casinos online a través de los métodos de pago de casino actuales.

¿Cuál ha sido la obra subastada de Beeple?

Ahora, los tokens no fungibles, como ya hemos dicho, están más de moda que nunca gracias a Beeple. Más en concreto a su obra «Everydays – The First 5000 Days Token ID 40913» subastada por la mítica casa de subastas Christie’s.

En concreto, esta obra de Beeple, que ha puesto más de manifiesto que nunca los tokens no fungibles se trataba de un NFT asociado al archivo original .jpeg de 21.069 x 21.069 píxeles que ha creado el artista. Esta es una obra definida como única, algo que a la hora de hablar de archivos digitales parece difícil de aceptar.

La originalidad de la obra de Beeple que se ha subastado se puede comprobar en la fecha de creación del archivo, así como sus diferentes fases, evolución, efectos y herramientas que se han utilizado. Todo el proceso de creación de la obra es lo que la convierte en una obra de arte totalmente irremplazable.

Pero, ¿qué ocurre con la propiedad intelectual de dicho archivo? Básicamente, se puede afirmar que el titular de los derechos de propiedad es Beeple, de los derechos morales como patrimoniales. Lo que el artista hace es desprenderse del archivo original aunque no de los derechos de propiedad intelectual sobre la obra. Es decir, el dinero pagado en la subasta hace que esos 69 millones de dólares que ha pagado la persona que adquirió la obra digital de Beeple (el usuario se identificó como Metaovan) no incluyen, por tanto, la cesión de los derechos de propiedad intelectual del artista.

Lo que queda claro es que la venta de Beeple ha puesto de manifiesto la existencia de este tipo de tokens no fungibles, a pesar de que es una tecnología que se usa desde el año 2017. Además, se puede destacar que el uso de estos NFT va más allá de las obras de arte.

Por ejemplo, a través de estos tokens no fungibles se ha permitido la colección de grandes jugadas de la principal liga de baloncesto en el mundo, la NBA, en el formato de cromos o estampas digitales. También, el club de fútbol Real Madrid se ha adherido a la plataforma Sorare, para que así los usuarios puedan adquirir tokens no fungibles de los jugadores del equipo.

Todo ello, lo que pone de manifiesto es que este tipo de tokens será el futuro del coleccionismo en todas sus variantes.