La nueva autoridad policial

En medio de una crisis adornada por escándalos protagonizados por algunos de sus miembros, la Policía Nacional de la Región Policial Oriente, cuenta desde hace un par de días, con un nuevo jefe, el coronel PNP Julio Mercado Castillo.
La nueva autoridad policial debe haber asumido el cargo sabiendo los problemas por los que atraviesa su institución en esta parte del país, con una proliferación nunca antes vista de delincuentes que han tomado la ciudad, donde sus crímenes tienen atemorizada a la ciudadanía.
Como si fuera un bautizo, a la llegada del jefe policial, el empresario Miguel Vásquez Olórtegui fue asesinado en su casa. Esa bienvenida de parte de la delincuencia debe haber puesto sobre aviso al alto oficial, que Iquitos, es una ciudad peligrosa, donde la policía no se da abasto para poner a raya a la delincuencia y ofrecer la mejor seguridad a los ciudadanos.
Sobre los intentos de unir esfuerzos de las autoridades para llegar a un consenso para devolverle a esta ciudad su tranquilidad  perdida, el coronel Mercado Castillo, debe saber que eso no pasó de intentos nunca hechos realidad.
Por eso, no piense que un intento más sea posible para lograr lo anhelado, menos aún en esta época donde los alcaldes y demás autoridades están de salida, a los que no les importa en lo mínimo el estado lacerante  en el que vivimos.
Mejor sería que su comando diseñe, a la brevedad posible, acciones inmediatas para que su personal ponga su mejor voluntad y mejor esfuerzo para minimizar en algo el clima de inseguridad en esta ciudad, antaño hospitalaria y tranquila.
No está demás desearle una fructífera gestión, esperando nosotros, también, que nuestros deseos se cumplan en la medida en que veamos los resultados que todos esperamos; es decir, un ambiente de paz y tranquilidad en este vecindario que no merece vivir como vive, con el temor sobre sus hombros, con las desconfianza que hoy se tiene del afuerino, de la gente que no conocemos su pasado ni sabemos de sus intenciones.