La fraternidad aprista, recuerdos y convicciones

A propósito del 122 Aniversario del nacimiento de Víctor Raúl Haya de la Torre

Por: Edgar Valdivia Isuiza

«Pues si alguien interrogara por qué damos este extraordinario realce al onomástico del Jefe, responderíamos porque él es un guía y un ejemplo, y como es él, tierno y sacrificado hermano de todos, especialmente de los humildes y de los débiles, el dulce pueblo aprista esta vez, sin consulta ni Congreso, por mandato imperativo de abajo a arriba, ha resuelto consagrar de hoy en adelante y hasta CUANDO SEAMOS POLVO EN VIAJE A LAS ESTRELLAS, EL DÍA 22 DE FEBRERO COMO EL DÍA APRISTA DE LA FRATERNIDAD». Manuel Seoane Corrales, Discurso Estadio Nacional Perú 1946.

Al celebrarse en la fecha los 122 años del nacimiento del líder de las multitudes indoamericanas, es oportuno recordar hechos y jornadas de la fraternidad de los apristas loretanos de antaño, que trasunta los años, que ahora es imperioso restituirlo y afianzarlo para forjar el perfil del aprismo del futuro.

A fines de enero de 1978 el PAP-LORETO, cuyo secretario general era el c. Segundo López Ipanama, joven profesor de Matemáticas, asumió el compromiso de dar cumplimiento de una convocatoria de la Jefatura del Partido, sobre el envío de la delegación juvenil loretana para que participe en el Seminario de Formación de Dirigentes que durante todo el mes de febrero debían realizarse en la Casa del Pueblo de la ciudad de Lima y en cual participaban delegaciones de todo el Perú. La selección fue durísima y complicada, habían muchos jóvenes que emergían con potencialidades y condiciones dirigenciales, finalmente fueron seleccionados el suscrito y los cc. Moisés Panduro Coral, Augusto Vargas Fernández y Gilberto Zagaceta Rumrrill.

Duro encargo que fue aquilatado por quienes como jóvenes representaban a las nuevas generaciones de Loreto, los pasajes aéreos fueron financiados por el PAP-LORETO, se trasladaban a la Casa del Pueblo (Sala de las Banderas) desde las 8 am. hasta las primeras horas de la madrugada del día siguiente, principalmente cuando el jefe del Partido daba sus populares Coloquios de los jueves. La coordinación del Seminario lo ejercía el c. Alan García Pérez, Secretario Nacional de Organización del Partido. El Partido asumía los gastos de alimentación y movilidad. La delegación loretana se dividió en dos grupos, el primero integrado por Augusto Vargas y Moisés Panduro se alojaba en el domicilio de la familia del c. Sebastián Cabanillas González y el segundo integrado por el suscrito y el c. Gilberto Zagaceta se alojaba en la vivienda de la abuelita del c. Gilberto. Las conferencias eran interminables durante el día, recordamos las dictadas por los cc. Ramiro Prialé, en Política Nacional, Percy Murillo en Historia del APRA, Luis Alberto Sánchez, en Universidades, Justo Enrique Debarbieri, en Oratoria; Wilfredo Huayta, en Energía y Minas; Washington Pinzas, en Agricultura; Alan García, en Filosofía, Alfonso Ramos Alva, en Ideología y Doctrina; Julio Cruzado Zavala, en Sindicalismo; Orestes Rodríguez, en Universidades Populares; Jesús Guzmán Gallardo, en Temas Juveniles; Manuel Rodríguez, en Petróleo; Manuel Rivero Vélez en Pacto Andino; Andrés Townsend, en Integración Latinoamericana; Urbino Julve, en Política Alimentaria; Carlos Manuel Cox, en Economía, Carlos Roca Cáceres, en Relaciones Exteriores; Luis Bedoya Vélez, en Vivienda; Alfredo Tello Salavarría, en Disciplina, Ética y Moral; Antonieta Zevallos de Prialé, en temas de la Mujer; Carlos Enrique Melgar, en temas jurídicos, entre otras materias con expertos de primera línea.

Lo espectacular, lo emotivo fue cuando por primera vez y en una mañana veraniega de febrero, tuvimos frente y junto a nosotros a Víctor Raúl Haya de la Torre. El líder de las multitudes indoamericanas emergía en el aula, con su mirada consistente de maestro y guía, su accionar pedagógico al perfilar sus primeras palabras y sus impresiones sobre el nuevo auditorio juvenil ante el cual se encontraba presente. Haya empezó su coloquio con el mensaje reflexivo a la nueva cantera de jóvenes que se preparaba en la Escuela del Aprismo. Un coloquio que transcurrió durante casi tres horas, que pasaron sin que alguno de los participantes se diera cuenta del tiempo o de la urgencia de algún refrigerio. Concluido el coloquio Haya de la Torre se dio el tiempo necesario para estampar su firma histórica en fotografías y credenciales de los participantes, con cada uno de ellos departía de la manera más amena, más familiar y con el mejor de los sentimientos. Se da el caso que tuvo el tiempo de preguntarme de que parte del país era oriundo, le respondí con la emoción del momento …¡de Loreto compañero Jefe!,… y como si a su mente viniesen recuerdos de antaño me contestó …Ah, de Loreto, una región de grandes desafíos, muy bien compañero, alcáncele mis saludos al c. Orison Pardo!, concluyó con la mirada penetrante del águila en sinfonía con sus aguiluchos y la sonrisa a flor de labios del maestro con sus condiscípulos.

Reflexiones de antaño que nos exigen y nos obligan a poner el mejor de nuestros esfuerzos, para tamizar la controvertida situación actual de nuestro gran Partido para subsanarla con propiedad, responsabilidad y gran contenido de fraternidad y desprendimiento, donde prevalezca el interés corporativo del futuro de la organización aprista, sus nuevas generaciones y el horizonte del Perú. Se hace necesario un profundo proceso de renovación y relevo dirigencial, cuya representación recoja los sentimientos y convicciones del Perú profundo, marque las pautas del próximo XXIV Congreso Nacional del APRA, adicionado a una sustantiva y necesaria prognosis reflexiva, que abra las rutas para la formulación de una Agenda Orgánica, Programática y Doctrinaria que apunte a evaluar crítica, propositiva y con gran enfoque constructivo el rol del aprismo en los próximos decenios en el contexto de los cambios sociopolíticos y tecnológicos del Perú y del mundo. La regionalización, la descentralización y la desconcentración de la estructura orgánica del APRA es uno de los temas que debe empezar a analizarse, aproximación que es compatible con el proceso que vive el país como Estado. Forjar liderazgos regionales y locales de calidad y competitivos es el marco donde debe sustentarse la construcción del aprismo del futuro.

A la luz del 122 aniversario del nacimiento del Maestro y Guía, es fundamental reflexionar sobre el rol que cumplimos en el avatar que vive el aprismo, para reposicionarlo y conducirlo al sitial y derrotero de los cuales habló Haya de la Torre cuando en 1931 durante su discurso programático en la plaza 28 de Julio de Iquitos dijo «AQUÍ EXISTE UNA RAZA DE GIGANTES….».