La Estación Antártica Polar de Chile y la propuesta de estaciones de investigación en las cuencas de los ríos amazónicos

En un reciente artículo publicado en internet, afirma que Chile recibirá en el 2020, a más de 300 científicos de todos los países para realizar investigaciones en ecología, biotecnología y otros temas. La estación contará con un edificio de tres pisos con todas las comodidades y equipos tecnológicos modernos. En las investigaciones participarán pobladores de los pueblos cercanos a la estación.
El objetivo fundamental es obtener datos científicos de primera calidad y que sean permanentes cada día, durante más de 50 años, sobre el clima y otros asuntos que diseñarán verdaderos científicos.
Además del tema de ciencia, el gobierno chileno que va a generar trabajo participativo en la zona, ha diseñado un programa turístico para los visitantes del mundo. La estación de investigación tendrá una logística casi perfecta con embarcaciones y puerto moderno con cambios de guardia de investigadores cada 30 días. Esta idea fue propuesta hace 25 años por un visionario chileno.
Con diferencias alejadas de este proyecto chileno, nosotros, planteamos en nuestra tesis de biólogo en 1981, con datos registrados con el Dr. Eckman, una investigación de la calidad del agua de las diversas cuencas que eran afluentes del río Pastaza y de la ictiofauna y un breve inventario de árboles de las orillas del canal principal y de las cochas.
En la base central de Pesquería del río Pastaza, me encontré con algo que ahora me impulsó a hacer un proyecto que elaboré y lo presenté. Fue en el gobierno del general Velasco que llegó a Iquitos un comandante del EP retirado, su nombre Alvaro Pitta, quien diseñó un proyecto de vigilancia y protección del lago Rimachi, construyendo dos ambientes de cemento y ladrillo, al cual se añadía uno de madera que ya existía, en la que vivían y trabajaban los administrativos, una radio de comunicación y un grupo electrógeno.
En la primera casa, más cómoda nos alojábamos los promotores e investigadores que llegaban, donde había varios cuartos, una sala y cocina grande, una refrigeradora a querosene, y un inmenso espacio con mesas para hacer las disecciones de los peces y los apuntes para, en este caso, mi tesis.
Al costado derecho, el señor Pitta mandó construir una casa inmensa de ladrillo que quedó a medio terminar para que los candoshis y otros pescadores mestizos pudieran almacenar sus productos curados de manera ordenada. La idea era poner una congeladora para los productos frescos que iban a ser comercializados por los nativos, para lo cual formamos comités de productores de pescado.
En 1976, cuando llegué ya se había cambiado al presidente Velasco e ingresó a Pesquería de Iquitos, un burócrata que no le dio importancia a este proyecto y toda la infraestructura quedó a medio hacer. Así que en ese estado de cosas arribé a la isla de los hombres solos, sin nada de logística, más que con dos bidones de gasolina lubricados para un motor 10-12 que movía una embarcación de madera en el que nos trasladábamos con nuestras redes, canoas y equipo de laboratorio físico-químico para registrar datos para nuestra tesis.
Con los dos bidones de gasolina hice los muestreos de diez estaciones, pero no fue suficiente, se acabaron en un mes y medio. Recuerdo que Reiner me dijo, adelante, usted es inteligente y sabrá cómo resolver el problema.
Así que tratamos de conseguir combustible y sal en la localidad de San Lorenzo, con cambalaches de pescado seco salado, especialmente de los más demandados por los gringos que estaban construyendo el oleoducto y, terminamos el trabajo de campo con combustible de sobra. Además, muchas personas que llegaron a San Lorenzo querían conocer el lago Rimachi y sus islas flotantes y a cambio de trasladarlos le pedíamos combustible, es decir turismo. Ahí está la tesis, prácticamente autofinanciada que ha servido a una serie de estudiantes y tesistas como referencia.
La idea de tener estaciones de muestreo permanente que vengo proponiendo y presentando oficialmente, parte de estas experiencias o vivencias, (viví y trabajé un año en esa isla de los hombres solos), pero es el Sr. Pitta el que inició el programa con la infraestructura.
Por eso la propuesta que la hice en 1976, luego por años sucesivos en diferentes artículos y que se plasmó en el programa de las UPC entre 1987 a 1989, con el asesoramiento de Gonzalo Tello Martín para realizar investigación que duren más de 10 años. De lo contrario todo inventario de peces o recursos hidrobiológicos que se hagan solo será un retrato del instante y será un fracaso como ocurrió con las pescas rápidas que se hicieron en la cuenca del Nanay, en la que uno de los sabios dijo que ya no había peces grandes. La naturaleza en el 2012 le devolvió a la realidad, cuando en esa gran creciente salieron de la profundidad de las cochas peces de tamaño grande y mediano.
Como en el proyecto chileno, creo con toda razón que este perfil de proyecto tiene los tres elementos fundamentales del desarrollo sostenible: crecimiento económico, social y respeto al ambiente. Existe dinero, en la comunidad internacional, daríamos trabajo a cientos de jóvenes y nativos de una cuenca en donde ejecutar un programa piloto. Una investigación permanente, sostenible en el tiempo y rentable.
(JSV)

Un comentario sobre “La Estación Antártica Polar de Chile y la propuesta de estaciones de investigación en las cuencas de los ríos amazónicos

  1. Loable la propuesta de investigación, solo temo la maldita burocracia enquistada en nuestro estado, déjense de tonterìas y pongan en marcha proyectos que no solamente beneficiaran a la humanidad. gracias.

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