La educación: Para quién, para qué y desde quién

– En el día mundial de la educaciónEducacion2

Cuando hablamos de educación nos referimos a un tema muy extenso que, aunque sea muy común su mención, no se conoce completamente el término.
Muchas veces cuando nos preguntan sobre educación se nos viene a la cabeza la imagen de un profesor frente a una pizarra tosiendo por la tiza y dando indicaciones a los alumnos, quienes a su vez, solo obedecen sin pedir explicación alguna o cuestionar el sentido de sus actos; ¿podemos llamar a esto educación? Para mí no, si vamos a hablar de educación debemos referirnos a cada experiencia o conocimiento adquirido durante el proceso de desarrollo de la persona, y este desarrollo no tiene una edad en particular, sino que es durante toda la vida del niño; la niña; el y la adolescente; y hasta del mismo adulto.
No nos detengamos a pensar en el significado racional de educación ya que no llegaremos a una conclusión, vayamos al sistema educativo, no quiero decir que sea fácil de entender o interpretar, sino que es el aspecto más accesible para todos y el más recomendable para lograr un cambio; a primera vista podemos encontrarnos con métodos que  se centran en moldear al alumno a la preferencia de la institución, o mejor dicho de los maestros; pero en ese caso, ¿Dónde quedan los chicos y chicas? Pues no son nada más ni nada menos que el “futuro” que los ahora ciudadanos quieren ver, no el que ellos quisieran ser.
En la idea de que el alumno debe aprender obligatoriamente en el colegio todos los conocimientos que se han planteado para su grado podemos añadir el hecho de que estos conocimientos han sido planteado únicamente por adultos, que no hacen mal, sino dan su perspectiva y proponen desde su punto de vista como debería llevarse la educación en nuestro país, sin tomar en cuenta la opinión de los principales afectado o beneficiados por este tema. Allí encontramos el error, no podemos entender un problema y tratar de resolverlo desde fuera ya que no conocemos la realidad que ocurre dentro del mismo y aunque los ahora adultos hayan pasado por la escuela esta cambia, evoluciona, no es la misma de antes; o debería hacerlo, pero no le damos oportunidad. Es gracioso, al menos para mí, ver que después de 20 años las formas de enseñanza son casi las mismas: un profesor, una pizarra; un salón lleno de alumnos, un grupo de alumnos interesados en lo que dice el profesor, otro interesado en lo que harán saliendo del colegio, otro completamente desconectado del medio; pero aún insistimos que este es el método correcto, aunque no todos vayan igual alguien aprende y este es el propósito de la educación ¿no?
“Una escuela basada en los alumnos y sus diferencias”, con esa definición me gustaría que se creen las Instituciones Educativas, ya que no todos los alumnos somos iguales ni aprendemos igual este debe ser un factor prioritario en el diseño de las nuevas currículas, y que mejor forma de incluir este factor que escuchando las ideas de aquellos que son usuarios de este servicio, y que, como todo servicio público o privado, debe abrirse a las opiniones de los que lo utilizan para conseguir mayores y mejores resultados.
Recordemos bien que la sociedad no es lo que su líder hace sino lo que todos construimos, y los alumnos y alumnas también somos miembros de esta sociedad y queremos formar parte de esta construcción colectiva para lograr un mejor futuro para todos, pero que se trabaje desde el presente.