La duda de los resultados

Por: Giancarlo Scavino Mestanza*

 

Las famosas encuestas en épocas electorales, cualquiera que sea su procedencia adquiere una etiqueta en algunos casos involuntaria y en muchos otros, por no decir en la gran mayoría justificada, y no por su sustento técnico, si no precisamente por carecer del mismo.

Si bien es cierto la ley que regula la publicación de resultados de sondeos electorales, tiene su base en el registro de las empresas que lo ejecutan ante el JNE, salvaguardando la forma, más no el fondo, incluye en esta danza a quienes lo financian, también el medio de comunicación que se contrata para su publicación. Hasta ahí todo bien. El asunto es la repercusión que tiene políticamente los disímiles y hasta confusos resultados entre una y otra empresa, lo más curioso y no sé si a sabiendas o por ignorancia aglomeran diferentes tipos de empresas de comunicación para sus publicaciones, generando en ello la atomización de un poder fáctico o lo que es peor, una “sospecha insospechada” de los grupos políticos y económicos, cuando la ley indica que quien desea publicar lo puede hacer por supuesto en el medio que desee, y éstos (es decir los medios no tienen ninguna limitación) pueden hacerlo las veces que quieran, incluso pueden publicar de dos encuestadoras a la vez, siempre y cuando las empresas de investigación electoral paguen al medio de comunicación por ese espacio, como cualquier contrato de aviso publicitario, eso sí, deben publicarse con sus respectivas fichas técnicas.

Los casi 15 años que en la firma que represento venimos desarrollando levantamiento de información de toda índole, social, comercial y hasta política (esta última, solo para uso interno, no publicable) hemos implementado un Sistema de Supervisión de Recojo y Verificación de Datos, que con el tiempo, se ha convertido en el factor clave para optimizar los resultados, en el campo de la autenticidad de la información. Así por ejemplo, hace unos meses evaluamos el desempeño de una Ferretería y el comportamiento de los usuarios de una Notaría, cada una de estas firmas o marcas se expusieron a la opinión de 200 clientes suyos y el coordinador de los Proyectos tenía como principal objetivo autenticar a más del 35% de los individuos encuestados dándole una proyección estadística de mínimo el 85% de credibilidad a la información, por cuanto los resultados de esa encuesta nos permitiría sugerirle al cliente ciertas acciones de mejora o análisis para la Tomás de decisiones en pro de su empresa, el sistema de supervisión en estos dos casos lindaba con la verificación del cliente (porque esa era la unidad de muestra) no en todos los casos tenemos esa ventaja, porque al verificar los encuestados aseguramos un buen porcentaje de la credibilidad de los datos; el segundo paso es la verificación de los datos y la efectividad de la encuesta, por cuanto el número telefónico del encuestado es fundamental para este proceso, es por ello que se llama a 35 de 100 encuestados para cruzar información de su ficha y de esa manera garantizar la información para nuestro cliente.

En el caso electoral, además de realizarse esa acción y operación de supervisión telefónica, debe realizarse la supervisión presencial debido a que las fichas deben tener el número de domicilio donde se ejecutó la encuesta, ojo, Toda vez que la metodología es de casa por casa, la ley debe exigir en los “entregables” el INFORME DE SUPERVISIÓN con los rangos de % creíbles y comprobables, lo que quiere decir es que debe presentarse copia de las fichas supervisadas, a fin que cualquier denuncia se manifieste en respuesta de acuerdo a lo técnico.

La especulación y la desinformación sucumben en los regazos de quienes creen que manejando cifras engañan a la población, y por ello desde estas páginas, más que leer los resultados de las encuestas políticas exhortamos a que se evalúe y se informen qué propuestas coherentes y con harta dosis de realismo tienen los candidatos en carrera, ese sería el mejor sondeo de cada poblador, a fin de no caer en la maldita duda de estos resultados, al parecer, comprados.

* El autor es especialista en Marketing Director de GS Marketing Consultores.