La depresión en México, un mal silencioso que asecha a los habitantes

Contrario a lo que muchos piensan, los trastornos mentales no son exclusivos de gente desequilibrada, de personas recluidas en sanatorios. Tampoco es algo para morirse, ni padecerlos significa aislarse o ser dañino para la sociedad. Lo que sí es cierto es que estos males están presentes y esperando por su nueva víctima en cada esquina.

Respecto a esto, la comunidad mexicana se encuentra enormemente expuesta a estas condiciones, y entre ellas, la depresión es una de las más latentes. Este trastorno mental es más común de lo que se cree, es causado por muchos aspectos propios del entorno y se manifiesta en problemas de apetito, poca concentración, pérdida de placer, carencia de autoestima, solo por nombrar algunos síntomas.

Aspectos que coadyuvan a la depresión en México

La actual inestabilidad económica que presenta el país azteca es uno de los principales detonantes de la depresión en sus habitantes. No es para menos, el temor de que México se convierta en una segunda Venezuela, a causa de las políticas económicas que se plantean, trastoca hasta al más fuerte de sus habitantes.

A pesar de ser algo que simplemente se especula, lo cierto es que el miedo está allí, y va calando en la psique de los ciudadanos, quienes se ven inmersos en la angustia y se han visto obligados a tomar medidas para evitar pérdidas materiales y asegurar el bien de sus familias y el suyo propio.

¿Qué hacer para estar bien anímicamente?

Los expertos recomiendan resguardarse en actividades de esparcimiento, aquello que recree, que permita generar dopamina, la tan necesaria sustancia del placer. Al que tenga su pareja, que se recree; si tú no tienes, descuida, dispones de bellas escorts en Ciudad de México para tu disfrute, profesionales en el área y buena compañía.

También se puede recurrir al deporte, el ejercitarse permite al cuerpo liberar el estrés acumulado, facilitando salir de los procesos propios de la depresión. Otra opción es el arte, en sus diversas vertientes, pues canaliza las energías y llega a nulificar el estrés.

Positivismo ante la incertidumbre

Si bien el panorama puede resultar un poco inestable, la actitud que se tome es determinante y se ve reflejada de manera corpórea. No es hacerse el ciego ante lo que ocurra o pueda ocurrir, no, es comprender que hay situaciones externas que no pueden ser controladas ni cambiadas, no obstante, los procesos internos, sí.

Está en el lograr el dominio propio una de las principales herramientas para controlar y lograr eliminar, a la larga, los efectos propios del estrés y la depresión en el organismo. Lo más importante a comprender es que no es algo que pueda ser optativo, es necesario hacerlo por el bien de la salud.