Hno. Paul Mc Auley entregó Carta Abierta a Defensoría del Pueblo

-Le pide pronunciarse para que le devuelvan derechos constitucionales

– Carta es un resumen de lo que ha acontecido respecto a su situación en el país.

Así lo dio a conocer el mismo hermano Paul el día de ayer a la salida de Defensoría del Pueblo, donde entregó el documento que resume todo el trámite documentario y jurídico respecto a su situación en la región y el país.

Hno. Paul Mc Auley, entregó carta abierta a Defensoría del Pueblo.
Hno. Paul Mc Auley, entregó carta abierta a Defensoría del Pueblo.

«Le he pedido que se pronuncie sobre mi caso y en todo caso el respaldo institucional para que me devuelvan mis derechos constitucionales, para que así se termine el hostigamiento contra mi persona», refirió.

Le explica en resumen los pasos jurídicos que se han venido desarrollando en el Poder Judicial, así como en la policía nacional y Migraciones. En un párrafo textualmente dice lo siguiente:

«Paralelamente a los sucesos en el Poder Judicial, he intentado cumplir mis trámites para mi prórroga de residencia. Es un trámite que cumplo desde hace 20 años. Normalmente este trámite tarda unas 4 ó 5 horas, previa presentación de la carta aval del Mons. Obispo de Iquitos y el pago correspondiente en el Banco de la Nación. Sin embargo, este año al presentarme en Migraciones el personal no quiso recibir mi trámite.

Luego de recibirlo pidieron más trámites, al regresar a migraciones el uno de setiembre, la jefa no me puede dar explicación por la demora en renovar mi residencia, diciendo que «Lima se estará comunicando con usted». Yo le comunicó a usted doctora Lilia, mi profunda incomodidad porque vemos que  Migraciones hace un intento de dilatar un trámite sencillo para llegar a la fecha cuando vence mi permiso de residencia, el 21 de setiembre», expresa Paul.

Puntualiza que dicha acción podría lograr por la vía administrativa lo que no se puede justiciar por vía legal -«mi expulsión del país por no poseer una prórroga de residencia».

«Creo doctora Reyes, que mis años en el Perú han demostrado mi lealtad al principio del buen trato, de la legalidad y defensa de los derechos básicos. Siento que estos principios no se están respetando en mi caso. Y en consecuencia pido el respaldo de la institución que Usted representa para devolverme mis derechos constitucionales y terminar con el hostigamiento y persecución de los cuales soy objeto actualmente», concluye el hermano Paul.