Hepatitis y vacuna contra Hepatitis B

Primum non nocere
(Ante todo no hagas daño)

Por: Dr. Cesar Ramal Asayag
Especialista en Medicina de Enfermedades Infecciosas y Tropicales

La infección por el HBV puede causar distintas afecciones dependientes de la edad del individuo: hepatitis B aguda (sintomática), infección crónica con el HBV, cirrosis y cáncer hepatocelular. Sufren hepatitis B aguda aproximadamente el 1% de los infectados por el HBV en el periodo perinatal, el 10% de los infectados en la infancia temprana (de 1 a 5 años) y el 30% de los infectados en la infancia tardía (mayores de 5 años). Desarrollan hepatitis fulminante entre el 0,1 y 0,6% de los casos de hepatitis aguda; la mortalidad por hepatitis B fulminante es de aproximadamente el 70%. La infección crónica por el HBV está relacionada inversamente con la edad y se produce en aproximadamente el 90% de las personas infectadas en el periodo perinatal, en el 30% de los infectados en la infancia temprana y en el 6% de los infectados con una edad superior a los cinco años. La probabilidad de que la infección se haga crónica es la misma en personas con infección sintomática y asintomática. Las personas con infección crónica por el HBV tienen un riesgo de entre el 15 y el 25% de fallecer prematuramente por cirrosis o cáncer hepatocelular relacionados con el HBV.
La infección por el HBV está extendida por todo el mundo. Se calcula que hay actualmente más de dos mil millones de personas infectadas en todo el mundo. De éstas, aproximadamente 360 millones presentan infección crónica y están en riesgo de enfermar gravemente o morir de cirrosis ocáncer hepatocelular; se calcula que estas enfermedades causan de 500 000 a 700 000 muertes cada año en todo el mundo. El ser humano es el único reservorio del HBV. El virus es muy contagioso y se transmite por la exposición, por vía cutánea o mucosal, a sangre infectada u otros fluidos orgánicos (por ejemplo, semen y fluidos vaginales). Entre los modos de transmisión comunes cabe citar la transmisión de madre a hijo lactante y de niño a niño, las prácticas peligrosas en la administración de inyecciones, las transfusiones sanguíneas y los contactos sexuales. El periodo de incubación dura, por término medio, 75 días, pero puede ser de alrededor de 30 a 180 días. El HBV puede detectarse en el suero a los 30 a 60 días tras la infección y persiste durante periodos muy variables. (1)
En zonas con prevalencia alta de hepatitis B (?8% de la población da positivo en el análisis del HBsAg), puede presentar infección crónica hasta el 20% de la población. Basándose en criterios serológicos, se detecta una prevalencia alta de infección crónica por el HBV en zonas del África subsahariana, de Asia Sudoriental, de los países del Mediterráneo Oriental, de las islas del Pacífico Occidental y Sur, del interior de la cuenca del Amazonas y en ciertas partes del Caribe. Existe una prevalencia moderada de hepatitis crónica (de ?2 a <8% de la población da positivo en el análisis del HBsAg) en las regiones del centro-sur y suroeste de Asia, en Europa oriental y meridional, en la Federación de Rusia y en la mayoría de América Central y del Sur. En Australia, Nueva Zelandia, Europa septentrional y occidental y en América del Norte, la prevalencia de infección crónica por el HBV es baja (<2% de la población da positivo en el análisis del HBsAg). En zonas con endemicidad alta, los modos de transmisión del HBV más comunes son de madre a hijo en el nacimiento y de persona a persona en la primera infancia. En países con endemicidad del HBV baja, las vías de infección principales son la transmisión sexual y por el uso de agujas contaminadas, sobre todo entre consumidores de drogas inyectables. No obstante, la transmisión perinatal puede ser el origen del 15% de los fallecimientos relacionados con el HBV, incluso en zonas con endemicidad baja.
Las vacunas contra la hepatitis B recombinantes utilizan HBsAg sintetizado en células de levadura o de mamíferos en las que se ha introducido mediante plásmidos el gen del HBsAg (o genes de HBsAg/pre-HBsAg). Las células transformadas se cultivan en grandes recipientes y el HBsAg expresado se autoensambla en partículas esféricas inmunógenas que exponen el antígeno a de inmunogenicidad alta. Las partículas recombinantes se diferencian de las naturales únicamente en la glucosilación del HBsAg. Tras una purificación exhaustiva para eliminar los componentes de las células hospedadoras, se añade alumbre (y, en algunas formulaciones, tiomersal).
La vacuna contra la hepatitis B se comercializa en formulaciones monovalentes o en combinaciones fijas con otras vacunas, incluidas las siguientes: DTwP, DTaP, Hib, hepatitis A y IPV. En la vacunación contra el HBV al nacer, únicamente debe utilizarse la vacuna monovalente contra la hepatitis B, ya que los demás antígenos presentes en vacunas combinadas no están autorizados actualmente para uso al nacer. Inmunogenicidad y eficacia clínica. La eficacia protectora de la vacunación contra la hepatitis B está directamente relacionada con la inducción de anticuerpos anti-HBs. Se considera que una concentración de anticuerpos ?10 mUI por ml, medida entre uno y tres meses después de la administración de la última dosis de la serie primaria de vacunación, es un indicador fiable de protección inmediata y a largo plazo contra la infección. Se ha comprobado la eficacia clínica de las vacunas contra la hepatitis B para prevenir el cáncer hepatocelular en niños de mayor edad vacunados cuando eran lactantes. La serie completa de vacunación induce concentraciones de anticuerpos protectoras en más del 95% de los lactantes, niños y adultos jóvenes.
Después de los 40 años de edad, la protección tras la serie primaria de vacunación disminuye hasta menos del 90%; a los 60 años de edad, sólo el 65 al 75% de los vacunados presenta concentraciones de anticuerpos protectoras. La protección dura al menos 15 años o, según datos científicos recientes, toda la vida. Algunos niños nacidos prematuramente, con peso al nacer bajo (menos de 2000 g), pueden no responder bien a la vacunación en el nacimiento. No obstante, al alcanzar un mes de edad cronológica, todos los lactantes prematuros responden, por lo general, adecuadamente, con independencia de su peso inicial al nacer o de su edad gestacional. Las enfermedades inmunodepresoras, como la fase avanzada de la infección por el VIH, la hepatopatía crónica, la insuficiencia renal crónica y la diabetes, se asocian a una disminución de la inmunogenicidad de la vacuna. (1|)
La prevalencia de Hepatitis B es elevada en Amazonía peruana. Esta enfermedad a sido incluida como parte de las estrategias sanitarias existentes en nuestro país. Del mismo modo se tiene disponible en el PAI, (programa ampliado de inmunizaciones) la vacuna respectiva. Las coberturas de vacunación deberán aumentar para tener un mejor impacto en la prevención de esta enfermedad.
Referencia

  1. https://www.who.int/immunization/wer7928HepB_July04_position_paper_SP.pdf