Candidatos al ocultar su verdadera propuesta,
Por : CARLOS CALLEGARI
Vengo escuchando no solamente aquí, sino en todos los pueblos latinoamericanos una verdad irrefutable que «los pueblos nunca se equivocan» , expresión que proviene de aquellas huestes victoriosas que creen enriquecer esta engañosa sentencia.
Como historiador crítico y periodista, creo haber comprobado que los pueblos sí se equivocan. Lo grave es que cuando hay pruebas de los errores cometidos que toma largo tiempo, incluso el de varias generaciones, repararlos de sus efectos menos tenaces, pero la huella sobrevive en el inconsciente colectivo y en él permanece al acecho buscando la oportunidad de rebrotar.
Planteo esto, porque la fiebre por la ambición re-elecionista iniciada por fujimori, es hoy una pandemia , que se ha enraizado como un pésimo precedente en todos los pueblos de la Amazonía.
Mirando la historia, esto se encarnó desde la frustración de Adolfo Hitler, siguiendo la obtusa racionalidad de José Stalin alienando sus valores de los ciudadanos y su grandeza genuina. Los tiranos dominicanos de la familia dominicana de los Trujillo, Balaguer, y Somoza en Nicaragua o Francisco Franco en España o, lo que sucedió al pueblo argentino en la época de Juan Domingo Perón y su sentimentaloide Evita. Ahora observamos por lo que atraviesa el pueblo venezolano al arrojar por la borda el destino histórico poniéndolo en manos del voluntarismo bolivariano de Hugo Chávez Frías y de quienes han intervenido para compartir la culpa de hacer que la sociedad venezolana retroceda medio siglo.
Advertimos que así como hicieron los otros pueblos arriba citados, Venezuela pagará muy caro su atrevimiento porque tanto es la desorientación moral y política que tardará buen tiempo para que reanude la marcha del camino ascendente para llegar a un prudente puerto y retomar el norte que ingenuamente abandonó.
Como profesional de las ciencias histórico sociales, creo que el problema no es sólo recordar el pasado. La cuestión que se plantea es retomar por el sendero hacia la conformación de una sociedad genuinamente democrática, aunque esté poblado de iletrados y analfabetos Lo que quiero decirles a ellos, a los aventureros con máscaras, y a aquéllos que arropan deseos re – elecionistas que no intenten seguir las huellas de los hambreadores , tiranos y miserables de ayer, porque demasiado es el perjuicio que han ocasionado a la población desvalida de la Amazonía .
Conocido es que toda sustitución amañando resultados, cambiando ánforas de votos los que deben ser procurados socialmente, sin mandatos ni ordenadores salvacionistas o mesiánicos, conducirá irremediablemente a un retroceso de los valores del individuo y de la sociedad que constituyen su bagaje de humanidad pensante, deliberante responsable de su destino.
¡Una larguísima lista y cruel sucesión de deshonestidades, corrupciones, asesinatos, abusos y pobreza de esta región lastra la historia de Loreto y del Perú.