Frente a faltas cometidas en la calle: Contamos con una policía sin actitud.

Es lamentable decirlo pero hay que subrayarlo desde ahora para que el general de la PNP que impulse las acciones de su comando desde el 01 de enero 2015, replantee sus estrategias a fin que la población no se lleve una mala imagen de las mujeres y hombres policías que recorren las calles de Iquitos.

Durante el día de fiestas pudimos observar detenidamente el accionar de muchos de ellos, y los resultados fueron pésimos. Esto sin soslayar que sí hubo una porción importante de efectivos quienes se esforzaron por hacer las cosas bien, a fin que no reine el caos en la ciudad.

Por ejemplo: sabiendo que un buen porcentaje de la carga vehicular que bajaba por las inmediaciones de la Plaza 28 de Julio, iba hacia la calle Ucayali para salir al jirón Próspero, no había ni un solo policía para mover a 5 motocarros que atrevidamente se habían estacionado en esa cuadra retrasando el tránsito. Más bien dos efectivos conversaban amenamente entre las esquinas de ambas calles. Desesperante.

Frente a la cara de los policías los conductores estacionaban sus vehículos pisando la línea blanca para peatones, se pasaban la luz roja, en la Av. Abelardo Quiñones, como nada cruzaban las dos líneas amarillas y aún en curvas. Fueron muchos los casos observados donde se vio una actitud pasmosa, lenta, sin acción por parte de los jóvenes policías y eso preocupa.

Es como si alguien les habría dicho que únicamente tienen que andar luciéndose con su uniforme por las calles y así lograrán detener las faltas, hurtos o agresiones que se presentan en estas fiestas de fin de año. El máximo jefe policial debe llamar a todos los efectivos para hablarles claro, como les hablaría el ministro Daniel Urresti. “Ustedes, carajo, están en las calles para cuidar el orden y a los ciudadanos, no para andar como señoritas a las que les gusta el chisme o gastar zapatos entre calle y calle”, digamos algo así.

La forma como se están desplazando por las vías de Iquitos, da vergüenza y eso debe ser transformado para bien en el menor tiempo posible.