Evaluación dudosa

editorialSe reportó desde Nauta, en Iquitos y en Requena, quizás algo parecido sucedió también, en otros lugares de la región donde estaba programada la realización de la evaluación censal escolar, y lo que pasó hace unos días con los evaluadores es para llorar de la impotencia. Tanto, pues, todo hacemos mal. Hasta una evaluación nada compleja.

Las personas que fueron contratadas para realizar la evaluación estaban a punto de “tirar el paño” y no cumplir con realizar tan importante trabajo para que en el Ministerio de Educación evalúen, y que los resultados sirvan para la sustentación de determinados proyectos.

Esa evaluación, esa especie de encuesta, de recopilación de datos que al Estado peruano le cuesta su presupuesto, estaba a punto de suspenderse; uno porque les comunicaron a los evaluadores que no van a cobrar el mismo monto que les avisaron.

Era sorprendente escuchar esto, nos comentó una de las participantes. “Nos tenían que pagar una suma por día, así se dijo desde un principio, pero, ya no era así. Lo peor de todo es que les comunicaron cuando están a punto de subirse a las embarcaciones que los llevarían a los puntos de aplicación de la encuesta.

Todos los participantes, por lo menos en Nauta, se pusieron de acuerdo y se dijo que nadie viajaría, así la salida se postergó por dos días, luego llegaron a un acuerdo y se fueron a sus lugares de aplicación. Y la pregunta que queda flotando es: Acaso lograron cumplir con la meta, que si estaba proyectada para 5 días se haya realizado en 2 días. Por qué el presupuesto cambió en las últimas horas? La información que consiguieron será suficiente para sus objetivos proyectados a más días?