Estudiantes y egresados de la Unap participan en investigación sobre contaminación acústica en Iquitos

  • Ruidos excesivos pueden causar muchos males: desde sordera, hasta paranoia.

 

 

Estudiantes y egresados de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP), vienen participando en una investigación realizada por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), sobre la contaminación acústica en la ciudad de Iquitos. Para ello utilizan un sonómetro: instrumento de medida que sirve para medir niveles de presión sonora, mide el nivel de ruido que existe en determinado lugar y en un momento dado. La unidad con la que trabaja el sonómetro es el decibelio – dB (a).
Este trabajo es coordinado interinstitucional entre OEFA, la UNAP (mediante el Comité Ambiental Universitario, liderado por la ingeniera Carmela Arce Urrea) y las municipalidades de Maynas, Belén, San Juan y Punchana. Al final se elaborará un mapa de ruido, que es la representación cartográfica de los niveles de presión sonora existentes en los cuatro distritos de la ciudad de Iquitos, que permitirá determinar la exposición de la población al ruido ambiental, para así adoptar los planes de acción necesarios para prevenir y reducir el ruido ambiental y, en particular, cuando los niveles de exposición puedan tener efectos nocivos en la salud humana.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera los 70 dB (a), como el límite superior deseable. Y en las investigaciones que se realizan en Iquitos, ese límite es superado en casi todos los lugares donde se ha hecho la medición hasta el momento, incluso en zonas donde se ubican hospitales, colegios y viviendas, que deberían ser regulados. Hay una especial contaminación sonora causada por mototaxis y motocicletas sin silenciador.
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) es un organismo público técnico especializado, adscrito al Ministerio del Ambiente, encargado de la fiscalización ambiental y de asegurar el adecuado equilibrio entre la inversión privada en actividades económicas y la protección ambiental. La investigación en mención, está liderada por el ingeniero Luis Antonio Flores Flores. Y es apoyado por estudiantes de distintas facultades como Agronomía (Escuelas de Agronomía y Gestión Ambiental) y Ciencias Forestales.
La contaminación acústica, contaminación sónica o contaminación sonora es el exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente en una determinada zona. Si bien el ruido no se acumula, traslada o mantiene en el tiempo como las otras contaminaciones, también puede causar grandes daños en la calidad de vida de las personas si no se controla bien o adecuadamente.
El término «contaminación acústica» hace referencia al ruido (entendido como sonido excesivo y molesto), provocado por las actividades humanas (tráfico, industrias, locales de ocio, aviones, barcos, entre otros.) que produce efectos negativos sobre la salud auditiva, física y mental de los seres vivos. Se ha dicho por organismos internacionales, que se corre el riesgo de una disminución importante en la capacidad auditiva, así como la posibilidad de trastornos que van desde lo psicológico (paranoia, perversión) hasta lo fisiológico por la excesiva exposición a la contaminación sónica.