“Es de enorme importancia recuperar los espejos de agua natural”

  • Econ. Roger Grández Ríos.
  • Mientras el futuro del petróleo en Loreto se encuentra en el subsuelo con 578 millones de barriles.
  • La estimación de canon petrolero es de S/.17 mil millones.

“Las reservas totales de petróleo (2016) que se encuentran en el subsuelo de Loreto son de 578 millones de barriles, que tienen un valor de producción de aproximadamente US$36 mil millones, y con estimación de canon petrolero de S/.17 mil millones”, expresa el economista Roger Grández Ríos.
“Ese monto que podría ingresar a las arcas públicas para financiar actividades y proyectos enmarcados en una articulación de esfuerzos e intervenciones sectoriales y donde el plan prospectivo regional, los planes de vida comunal y los planes de responsabilidad social empresarial coincidan y señalen un objetivo concreto y visible: progreso y desarrollo inclusivo”.
Grández Ríos, dice que “estas reservas totales de petróleo y con una actividad de 6 veces más a lo extraído en el 2017, demoraríamos 29 años para que se agoten el petróleo del subsuelo de Loreto, con una inversión inicial que llegaría a los US$ 400 millones y operaciones anuales no menores a los US$ 200 millones. El empleo directo e indirecto generado por la reactivación de la actividad petrolera, llegaría a las 25 mil personas con las condiciones e impacto directo en la dinámica económica y financiera”.
Pero, cómo hacer realidad este escenario favorable para el futuro de Loreto y su plan de inversiones? Cómo crear un escenario ideal de paz social, donde las comunidades y su medio físico y biológico puedan tener las mejores condiciones de convivencia?
“La experiencia nos da lecciones doradas, suficiente para no repetirlas y poner condiciones para replantear un proceso de intervención diferente. Así tenemos que los resultados del nuevo estudio del Oleoducto va incorporar una inversión de una cifra no mayor a los US$ 900 millones para un nuevo oleoducto y asegurar su infraestructura física, como también se requiere de una fuerte y enérgica normativa legal que castigue drásticamente para aquellos que deliberadamente atenten su estado físico para provecho personal o colectivo. Con una actividad petrolera que fluye de los distintos pozos, el costo por barril por utilizar el nuevo oleoducto bajaría a los $4 por barril, que es distante a los cercanos $10 que se cobra en las actuales circunstancias, y que ya es un incentivo enorme para las inversiones petroleras”.
Detalló el economista que “la actividad petrolera de los lotes 64 y 67 acompañarían a los antiguos que se encuentran en Andoas (Lote 192) y Trompeteros (Lote 8), cuya actividad estaría mejor regulada y con un observatorio y monitoreo social permanente, no para sancionar o limitar sus trabajos e intervenciones, sino para acompañar en un proceso de actividad limpia y de relaciones permanentes”.
En esta relación, dijo que “la intervención social para que los planes de vida comunal sean un foco de actuación e intervención permanente y continua, es básica; como también que en los puntos de control en boca de pozo sean números certeros, allí un miembro de la sociedad tiene que estar presente”.
Respecto a las regalías, “en los casos de pozos nuevos y con un petróleo de buena calidad (Lote 64) las regalías estarían entre 30% y 45%; mientras que los lotes antiguos, en alrededor del 20%”.
Sobre las empresas petroleras expresó que “su responsabilidad social debe ser participativo y concordante con el plan prospectivo de desarrollo de Loreto y los planes de vida, donde sus actividades y proyectos debe estar acompañada por los gobiernos locales y regional.
El punto no es duplicar esfuerzos, es sumar procesos de intervención para mejorar las condiciones de vida del campo y de sus habitantes. Una de estas actividades de enorme importancia es recuperar los espejos de agua natural, que ahora se encuentran sucios por la contaminación y por la excesiva extracción (o sobrepesca) de los recursos pesqueros que se extrae en muchas ocasiones con productos tóxicos (como el barbasco, por ejemplo). Tener un fondo para financiar habilidades formativas para el joven nativo rural para incorporarlo a una dinámica económica que vea a los recursos biológicos en una relación en cadena: conservar más transformar, más generar. Potenciar el capital humano y los recursos, generaría una relación inversa a lo actuado hasta ahora”.
En relación a la distribución del canon, consideró que “si bien existe la homologación en su porcentaje, debería existir una homologación en su distribución. Allí, se debería incorporar a los institutos tecnológicos y al INIA, para la formación de técnicos y tecnólogos y para realizar investigación aplicada en semillas de frutales y árboles para conocer sus propiedades y potenciar resultados. El recurso canon debe seguir manteniendo su mismo objetivo de origen, respecto a su uso: para el desarrollo socioeconómico de la región. En cuanto a su uso, el gasto del canon debe homologarse en 20% como máximo que debe dirigirse para gastos corrientes, tal como se exige para los gobiernos locales. En los casos del IIAP, Universidades y, tal como se plantea, para los institutos tecnológicos y el INIA se debe orientar exclusivamente a la investigación y desarrollo formativo orientados a generar valor a los recursos naturales”.
Sin embargo, un aspecto relevante en los últimos tiempos en el Plan de Vida de las comunidades. “Una exigencia en la vida de las poblaciones rurales y de los grupos étnicos, es elevar su dimensión cultural sin perder de vista sus costumbres y tradiciones como verdaderos guardianes de la selva. Romper la cadena de servidumbre a la pobreza y marginación social debe ser un reto de superación planificada, donde encaja el Plan de Vida. La pobreza se supera con educación y trabajo productivo.
Destacó: “Al interior de la selva se necesita grupos humanos con capacidad de responder a los retos y desafíos que te muestra la naturaleza y su magia; que sepa convivir con habilidad y sabiduría a la fragilidad de su entorno, y convertirlo en una riqueza que compre y que alimente. El plan de vida debe ser una carretera amigable donde transita educación, salud y sabiduría; y no madera ilegal, tráfico de los recursos de fauna y migrantes colonos que no respetan territorio ni recursos”.
Grández Ríos, finalizó convencido que “convivir con la actividad petrolera es un reto, como también es un gran desafío propulsar un esquema de crecimiento y desarrollo para Loreto. El recurso canon y la renta que genera, debe ser una fuente de financiamiento para extender una plataforma de ancha base que sirva de sustento para un Loreto transformador, diversificado y de riqueza natural permanente”.
(Diana López M.)