Ensueño

Con mucha razón el proyecto del puente sobre el río Nanay se parecía a un espejismo, no solamente por los videos futuristas que nos mostraban en imágenes concluido y utilizable, sino también porque un ex alcalde de Maynas en un spot publicitario cual mago con efectos visuales, también nos mostraba en un santiamén el ansiado puente. De ensueño.
El lunes se concretó la intención de construirlo por parte del gobierno central al haber dado pase a la licitación internacional, que también ya estaba en una situación de infarto por las veces suspendida y el desvío de su presupuesto a otros proyectos. Y fuentes desde Lima daban cuenta de esa intención.
Se ha dado un gran paso para su realización sin duda. Ello deberían de reconocerlo propios y extraños, pero el celo político es un mal que sufren quienes hacen vida partidaria o militante no solo en nuestra región, sino en todo el país, el fenómeno antidesarrollo se replica.
Cuántos le han felicitado el gobernador regional de Loreto por este logro. Solo unas cuantas manos alzadas. Así mostramos una idiosincrasia que nos desune en vez de fortalecernos en los intereses comunes, en lo que a todos nos va a beneficiar, en lo que es un punto positivo para el ansiado desarrollo que buscamos y que merecemos conseguir.
En ese escenario medio mezquino, es importante anotar que este primer paso es importante, como que también es importante el proceso constructivo que se viene y tenemos que estar atentos al desarrollo del mismo desde los Colegios Profesionales como el de Ingenieros, Economistas, Arquitectos, etc. así como la sociedad civil indígena (cuenca Nanay) y mestiza organizada.
Estamos de acuerdo con quienes dicen que no debemos permitir que más megaobras se conviertan en un fiasco, en una estafa contra el pueblo y los intereses económicos de nuestra región. Así las autoridades desde el gobierno regional, como desde los municipios distritales y la provincia de Maynas, en el marco de sus competencias, deben establecer los mecanismos legales que les permitan estar cerca de la construcción del puente.
Razones nos sobran de amargas experiencias como el alcantarillado de Iquitos por el cual pagan todos los distritos de Loreto, y por si fuera poco, cuyo arbitraje se muestra interminable, siendo un escollo para el mejoramiento de las pistas de nuestra casi destruida ciudad, por obra y gracia de un megaproyecto con olor a fraude. Ninguna historia debemos permitir se vuelva parecida a ésta. De momento, todos felices por la buena pro del puente Nanay.