EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD HAN EXISTIDO AUTORIDADES

que han destacado más por sus escándalos, especialmente sexuales, que por ser estadistas. Podríamos numerar muchos casos que fueron queridos y amados al principio de su gobierno, pero, luego fueron odiados por su pueblo por su conducta exagerada y escandalosa en todo el Estado o reino. Dicen que el rey Luis XV tenía tal poder sexual que día y noche hacían cola las señoritas escogidas por algún proxeneta del gobernante para saborear las delicias de la pasión del soberano. Lo malo que estas actividades no lo hacía con su plata, sino con los impuestos que cobraba a sus conciudadanos. Otros como Federico el grande de Prusia, cuentan los historiadores que nació y creció medio raro, y lo primero que hizo al llegar al trono fue despedir los 10,000 hombres de la guardia de palacio y escogió a efebos hermosos del reino. Le servían el desayuno en la cama acompañado por un hermoso mozo que, posiblemente haya pasado la noche con él. Sus logros como estadista fueron negativos y el reino fue de debacle en debacle. SI DIOS nos está escuchando y a lo mejor leyendo le suplicamos por todos los santos habidos y por haber que en estas justas electorales nos envíe una persona decente para gobernar la provincia de Maynas. No vaya a ser que por castigo nos mande un Federico II, tan salado estaríamos que creo que ni cien brujos nos quitarían en cien años. No sólo hemos visto la historia de estas autoridades autocráticas en lo descrito anteriormente, sino, en una de las presidencias de Ecuador, que salía con toda la locura a bailar y cantar en noches escandalosas de rock, despojándose de la investidura de presidente de su país, de tal manera que los mismos ecuatorianos tenían vergüenza de decir que era su presidente. Por tanto los gobiernos extranjeros ni bola le daban a Bucaram, para conseguir apoyo para el desarrollo hasta que el congreso lo destituyó por sus metidas de mano y sus locuras públicas. Dios mío, no vaya a ser que ingrese al municipio de Maynas que, además de inepto, sea escandaloso, se rodee de efebos y proxenetas y en vez de hacer discursos que promuevan la salud del pueblo nos inunde con sus besos volados y no volados. En esta última nota, te pido señor Dios todopoderoso que nos ilumines para escoger una persona decente y con buen programa de gobierno que quiera a su pueblo y que sea respetado aquí, en la capital y en el extranjero. De lo contrario no conseguiremos recursos financieros y nos moriremos de vergüenza por sus actos. Ya lo dijo el Galileo: Nada es oculto y en la tierra todo se sabe.