Elecciones: ojalá el pueblo no se equivoque.

Obedeciendo al  cronograma establecido por el JNE, el proceso electoral que se avecina y que   viene a ser una especie de desafío a quienes, dotados se supone de buenas  intenciones, pretenden lograr una ubicación preponderante en el escrutinio final de la gran justa electoral regional y vecinal,  que nos permitirá elegir, ojalá que esta vez sí,  a dos  líderes que  involucren en sí toda la sabiduría de quien haya merecido el favor del pueblo.

Si de identificaciones y cualidades  se trata, tenemos que  asegurarnos que  la decencia  no sólo debe ser  característica del principal, sino de todos y cada uno de los que por ideología o fervor amistoso han acompañado a ambos triunfadores  en la dura lid, que  habrá dejado en el camino a muchos y quizás valiosos personajes que por su temperamento y conocimientos, merecerían ser integrados   a las filas del triunfador, pero no como proselitistas del partido ganador, sino como  apoyo  a la gestión por iniciarse  ya que así además de brindar una imagen  positiva ante el electorado, también merecerán  el reconocimiento general que a la postre podría  servirles en un próximo proceso bajo las mismas condiciones, e intentar el triunfo que  les fue esquivo en la experiencia anterior.

Con serenidad de pensamiento, es aconsejable  advertir a los triunfadores y perdedores, que otro paso a decidir es el de no confiar ciegamente en las encuestas, pues dado a que hasta  ahora ninguna de las entidades que se dedican a tal misión en la región, no han presentado la autorización correspondiente para otorgarles credibilidad en sus apuntes, que permite que haya ciertas sombras de dudas en sus vaticinios, con el consiguiente malestar de la ciudadanía y hasta de quienes lideran hipotéticamente, el sentimiento popular.

Aquí no se pretende desdecir la presencia de los demás llamados encuestadores en la justa electoral, lo que queremos señalar es que a los  participante en la brega y  a la población, no se le puede mentir con cifras falsas como eso de poner a un desconocido aspirante a Presidente Regional con un porcentaje muy superior a  líderes que por su  afinidad con ciertos estratos ciudadanos, cuentan con mayores posibilidades que el candidato aludido.

Repetimos, nuestro afán de  verter una información veraz  y severa, sobre la realidad de los prolegómenos del proceso, nos permite pedir a los medios que cubren la información  del proceso,  que con sus opiniones  ayuden a identificar al candidato que podría ser el ganador. Señalamos que no será una encuesta, sino una consulta relámpago, desarrollada  con honestidad y veracidad.