Elecciones: Más ataques que propuestas.

Obviamente resulta bastante penoso que en el Perú entero, la justa electoral que se avecina se vea sumamente desplazada del ámbito que en realidad debería mostrar dada su importancia en la vida nacional, pues se trata de una justa magna dada su finalidad: y para ello se precisa de un lenguaje  cauto, elegante  y sobre todo encausado en los linderos de la prosa política que a las finales es la cultura más refinada en la vida del hombre y más aún del político que anhela servir a su país.

Se debe precisar que lo que  antecede es lo que podría llamarse un requilorio innecesario, pero se requiere del mismo para poder engarzar un calificativo adecuado a los violentos taques verbales, denuestos y acusaciones que  en un lenguaje virulento se entrecruzan quienes apuestan por uno u otro candidato. Podría decirse que a la propuesta serena y reflexiva, quienes se autocalifican de políticos en campaña, la han dejado tras bambalinas, poniendo en relieve los ataques a quienes no son parte de su simpatía y decidiéndose por la frase zahiriente  antes que por el lenguaje que corresponde a un político en campaña,

Como debe ser,  aquí debe precisare que gracias a una investigación periodística hecha por nuestro Diario, hemos logrado determinar que casi el 80 % de la agenda política eleccionaria, está interesada en atacarse entre candidatos, lo que le resta brillo al proceso y hace que las propuestas estén ausentes a la hora de decidir.

Aquí teneos que decir que ignoramos el grado de preparación política que lucen la mayoría  de los candidatos que competirán el próximo mes de abril

del  2011, pero por lo aquí anotado,  se puede decir que tal mayoría merecería sendos «O» en política.

Recapitulemos y salvemos la vida política del país donde, hay que decirlo,  sólo un partido cumple con las reglas que se exigen para ser considerados partidos políticos nacionales. Los demás perviven gracias a la vigencia de dicho partido que salva el honor del país como entidad política con doctrina, sentimiento político,  militancia y disciplina  hasta en los pueblos más pequeños y aislados del país.