El valor estratégico del agua.

Aquí trataremos muy someramente un tema que, por sus implicancias naturales, puede convertirse en un controvertido problema socio político geográfico, dada casi escasez que se viene dando del citado líquido vital en diversas partes del  mundo, especialmente en nuestra área geográfica continental.

Datos `provenientes de entidades internacionales especializadas en el tema, coinciden en señalar que cada año  mueren más de 11 millones de personas en el mundo, por falta de agua o por enfermedades transmitidas  por el agua; tal cifra comprende a toda la población indígena de México, así como  a la de Guatemala y a la de El Salvador.

Pero la cosa no queda allí, pues según asegura «Raíces» se calcula que un 65 %  de ingreso de pacientes a los hospitales, y un 80 % de las consultas médicas son motivadas por dolencias transmitidas por el agua. A esto se añade que un 80 % de las enfermedades y un 33% de muertes se deben  a la crisis del agua potable.

La misma fuente asegura que la mitad del planeta carece de higiene y millones de personas mueren por enfermedades que acarrea el agua sucia o contaminada. Bajo tal premisa se sabe que 300 millones de personas en el mundo, sufren de múltiples dolencias como la tifoidea, el paludismo, la fiebre amarilla, la malaria, el dengue y muchas enfermedades más, debido al consumo  de agua contaminada.

En medio de tan apocalíptico panorama se deja ver concierta crueldad la negligencia humana, cuyo descuido e indolencia hace que el agua esté mal  cuidada y distribuida. En la mayoría de países del mudo que cuentan con adecuada provisión del vital líquido, ésta se desparrama, se tira, se desperdicia, dejan abiertos los caños, represan los ríos, secan los pantanos, los  humedales y hasta los manglares, lugares donde nació  vida. Aquí cabe señalar con cierta dosis de alarma, que ante los anuncio  de una posible crisis de abastecimiento de agua, hay países vecinos entre sí, que tiene pensado acaparar el volumen de agua de su vecino o vecinos, habiendo optado por armarse hasta los dientes, en indudable actitud belicosa para apropiarse del agua del vecino que asegure  el abastecimiento de su población en detrimento del país agredido. Pero este es un tema que estamos investigando y lo ofreceremos a nuestros lectores con lujo de detalles.